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Salmos 20:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Ahora sé que el Señor rescata a su rey ungido. Le responderá desde su santo cielo y lo rescatará con su gran poder.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ahora sé que el Señor salva a su ungido; le respondió desde su santo cielo y le dio la victoria: su diestra hace proezas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Ahora sé que YHVH salva a su ungido, Le responderá desde sus santos cielos, Con las poderosas acciones de su diestra salvadora.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Nosotros cantaremos en tu triunfo, y en el nombre de Dios alzaremos banderas. Que él satisfaga lo que pides.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Ahora entiendo que Jehová guarda a su ungido; lo oirá desde su santo cielo, con la fuerza salvadora de su diestra.

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Salmos 20:6
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El Señor le da fuerza a su pueblo; es una fortaleza segura para su rey ungido.


Luego Dios lo puso en el lugar de honor, a su derecha, como Príncipe y Salvador. Lo hizo para que el pueblo de Israel se arrepintiera de sus pecados y fuera perdonado.


Déjenme decirles claramente tanto a ustedes como a todo el pueblo de Israel que fue sanado por el poderoso nombre de Jesucristo de Nazaret, el hombre a quien ustedes crucificaron pero a quien Dios levantó de los muertos.


Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre.


Señor, mira desde el cielo; míranos desde tu santo y glorioso hogar. ¿Dónde están la pasión y el poder que solías manifestar a nuestro favor? ¿Dónde están tu misericordia y tu compasión?


Le das grandes victorias a tu rey; le muestras amor inagotable a tu ungido, a David y a todos sus descendientes para siempre.


Los reyes de la tierra se preparan para la batalla; los gobernantes conspiran juntos en contra del Señor y en contra de su ungido.


»Por lo tanto, que todos en Israel sepan sin lugar a dudas, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, ¡Dios lo ha hecho tanto Señor como Mesías!».


Entonces cuando ustedes llamen, el Señor les responderá. “Sí, aquí estoy”, les contestará enseguida. »Levanten el pesado yugo de la opresión; dejen de señalar con el dedo y de esparcir rumores maliciosos.


El Alto y Majestuoso que vive en la eternidad, el Santo, dice: «Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Restauro el espíritu destrozado del humilde y reavivo el valor de los que tienen un corazón arrepentido.


Sé que soy de tu agrado, porque no permitiste que mis enemigos triunfaran sobre mí.


Me has dado tu escudo de victoria. Tu mano derecha me sostiene; tu ayuda me ha engrandecido.


Muéstrame tu amor inagotable de maravillosas maneras. Con tu gran poder rescatas a los que buscan refugiarse de sus enemigos.


oye entonces desde el cielo donde vives y concédeles lo que te pidan. De esa forma, todos los habitantes de la tierra llegarán a conocerte y a temerte, igual que tu pueblo Israel. También sabrán que este templo que he construido honra tu nombre.


Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona.


Ahora él ha sido exaltado al lugar de más alto honor en el cielo, a la derecha de Dios. Y el Padre, según lo había prometido, le dio el Espíritu Santo para que lo derramara sobre nosotros, tal como ustedes lo ven y lo oyen hoy.


Las naciones han caído en el hoyo que cavaron para otros; sus propios pies quedaron atrapados en la trampa que tendieron.


Aunque las naciones que nos rodean sigan a sus ídolos, nosotros seguiremos al Señor nuestro Dios por siempre y para siempre.


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