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Salmos 18:2 - Biblia Nueva Traducción Viviente

2 El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 El Señor es mi roca y mi fortaleza; es mi libertador y es mi Dios, es la roca que me da seguridad; es mi escudo y me da la victoria.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡YHVH, roca mía y castillo mío, y mi libertador! Dios mío y fortaleza mía, en quien me refugio, Mi escudo y mi cuerno de salvación, mi alta torre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Dijo: Yo te amo, Señor, mi fortaleza,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Jehová es mi Roca, mi castillo y mi Libertador; mi Dios, mi fortaleza, en Él confiaré; mi escudo, el cuerno de mi salvación, y mi alto refugio.

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Salmos 18:2
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Él es mi aliado amoroso y mi fortaleza, mi torre de seguridad y quien me rescata. Es mi escudo, y en él me refugio. Hace que las naciones se sometan a mí.


Mi victoria y mi honor provienen solamente de Dios; él es mi refugio, una roca donde ningún enemigo puede alcanzarme.


Declaro lo siguiente acerca del Señor: Solo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío.


Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi roca y mi redentor.


El nombre del Señor es una fortaleza firme; los justos corren a él y quedan a salvo.


Solo él es mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde jamás seré sacudido.


mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. Él es mi refugio, mi salvador, el que me libra de la violencia.


Señor, ¡tú eres mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de aflicción! Las naciones del mundo entero vendrán a ti y te dirán: «Nuestros antepasados nos han dejado una herencia despreciable, porque rendían culto a ídolos inútiles.


Cada uno será como refugio del viento y resguardo de la tormenta, como corrientes de agua en el desierto y sombra de una gran roca en tierra reseca.


Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.


También dijo: «Pondré mi confianza en él», es decir, «yo y los hijos que Dios me ha dado».


Al que es honrado, él le concede el tesoro del sentido común. Él es un escudo para los que caminan con integridad.


A ti elevo mi oración, oh Señor, roca mía; no cierres tus oídos a mi voz. Pues si guardas silencio, mejor sería darme por vencido y morir.


No los mates, porque mi pueblo pronto olvida esa clase de lecciones; hazlos tambalear con tu poder y ponlos de rodillas, oh Señor, escudo nuestro.


Pues Dios dice: «Quebraré la fuerza de los malvados, pero aumentaré el poder de los justos».


Aquí aumentaré el poder de David; mi ungido será una luz para mi pueblo.


El Señor es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, ¡y lo exaltaré!


Amo al Señor porque escucha mi voz y mi oración que pide misericordia.


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