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Salmos 14:2 - Biblia Nueva Traducción Viviente

2 El Señor mira desde los cielos a toda la raza humana; observa para ver si hay alguien realmente sabio, si alguien busca a Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Se inclina Dios desde el cielo, mira a los hijos de Adán, ¿habrá alguno que valga, siquiera uno que busque al Señor?

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 YHVH miró desde los cielos sobre los hijos del hombre, Para ver si había algún entendido que buscara° a ’Elohim.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 El Señor observa desde el cielo a los hijos de los hombres, para ver si hay quien comprenda, quien pregunte por Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Jehová miró desde el cielo sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios.

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Salmos 14:2
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Nadie es realmente sabio, nadie busca a Dios.


De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.


Dios observó toda la corrupción que había en el mundo, porque todos en la tierra eran corruptos.


Mediante estas pruebas, muchos serán purificados, limpiados y refinados. Sin embargo, los perversos seguirán en su perversidad y ninguno de ellos entenderá. Solo los sabios comprenderán lo que significa.


Pues el corazón de este pueblo está endurecido, y sus oídos no pueden oír, y han cerrado los ojos, así que sus ojos no pueden ver, y sus oídos no pueden oír, y su corazón no puede entender, y no pueden volver a mí para que yo los sane” .


Sin embargo, hay algo bueno en ti porque quitaste los postes dedicados a la diosa Asera por todo el territorio y has decidido buscar a Dios».


«Entren conmigo», les dice a los ingenuos. Y a los que les falta buen juicio, les dice:


Pero esos opresores no saben nada; ¡son tan ignorantes! Andan errantes en la oscuridad mientras el mundo entero se estremece hasta los cimientos.


Señor, mira desde el cielo; míranos desde tu santo y glorioso hogar. ¿Dónde están la pasión y el poder que solías manifestar a nuestro favor? ¿Dónde están tu misericordia y tu compasión?


«Mi pueblo es necio y no me conoce —dice el Señor—. Son hijos tontos, sin entendimiento. Son lo suficientemente listos para hacer lo malo, ¡pero no tienen ni idea de cómo hacer lo correcto!».


Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora, mientras está cerca.


La gente está como las ramas secas de un árbol, que se arrancan y se usan para encender el fuego debajo de las ollas para cocinar. Israel es una nación tonta y necia, porque sus habitantes se han apartado de Dios. Por lo tanto, aquel que los hizo no les tendrá lástima ni misericordia.


Tal vez alguien les diga: «Preguntemos a los médiums y a los que consultan los espíritus de los muertos; con sus susurros y balbuceos nos dirán qué debemos hacer». Pero ¿acaso no deberá el pueblo pedirle a Dios que lo guíe? ¿Deberían los vivos buscar orientación de los muertos?


Ustedes, ingenuos, usen el buen juicio. Ustedes, necios, muestren un poco de entendimiento.


Entonces comprenderás lo que es correcto, justo e imparcial y encontrarás el buen camino que debes seguir.


Solo un simplón no sabría y solamente un necio no entendería que


hasta que el Señor mire desde el cielo y vea.


«Entren conmigo», clama a los ingenuos. Y a quienes les falta buen juicio, les dice:


Los sabios tomarán todo muy en serio; verán en nuestra historia el fiel amor del Señor.


Bajaré para ver si sus acciones son tan perversas como he oído. Si no es así, quiero saberlo.


Pero el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que estaban construyendo,


¡Oh, si irrumpieras desde el cielo y descendieras! ¡Cómo temblarían los montes en tu presencia!


Los humildes verán a su Dios en acción y se pondrán contentos; que todos los que buscan la ayuda de Dios reciban ánimo.


que han decidido seguir al Señor, Dios de sus antepasados, aunque no estén debidamente purificados para la ceremonia»;


¿Acaso puede algún mortal ser puro? ¿Puede alguien nacido de mujer ser justo?


Pero el Señor está en su santo templo; el Señor aún gobierna desde el cielo. Observa de cerca a cada uno y examina a cada persona sobre la tierra.


«Corran por todas las calles de Jerusalén —dice el Señor—. Busquen arriba y abajo; ¡busquen por toda la ciudad! Si encuentran aunque sea a una sola persona justa y honrada, no destruiré la ciudad.


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