Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 119:39 - Biblia Nueva Traducción Viviente

39 Ayúdame a abandonar mis caminos vergonzosos, porque tus ordenanzas son buenas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

39 Quita de mí el oprobio que he temido, Porque buenos son tus juicios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

39 Aparta de mí el desprecio que temo, pues tus juicios son para mi bien.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

39 Aleja de mí el oprobio que temo, Porque tus preceptos son buenos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 Aparta de mí el oprobio del recelo, pues tus decisiones son amables.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

39 Quita de mí el oprobio que he temido; porque buenos son tus juicios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 119:39
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Enseña la verdad, para que no puedan criticar tu enseñanza. Entonces los que se nos oponen quedarán avergonzados y no tendrán nada malo que decir de nosotros.


Además, la gente que no es de la iglesia debe hablar bien de él, para que no sea deshonrado y caiga en la trampa del diablo.


No permitas que se burlen de mí y me insulten, pues he obedecido tus leyes.


Sus juicios son verdaderos y justos. Él ha castigado a la gran prostituta que corrompió a la tierra con su inmoralidad. Él ha vengado la muerte de sus siervos».


Y sabemos que Dios, en su justicia, castigará a todos los que hacen tales cosas.


Él mandará ayuda del cielo para rescatarme, y avergonzará a los que me persiguen. Interludio Mi Dios enviará su amor inagotable y su fidelidad.


Rescátame de mis rebeliones. No permitas que los necios se burlen de mí.


Así que yo aconsejo a estas viudas jóvenes que vuelvan a casarse, que tengan hijos y que cuiden de sus propios hogares. Entonces el enemigo no podrá decir nada en contra de ellas.


Señor, mostramos nuestra confianza en ti al obedecer tus leyes; el deseo de nuestro corazón es glorificar tu nombre.


Abro la boca y jadeo anhelando tus mandatos.


Mis ojos se esfuerzan por ver tu rescate, por ver la verdad de tu promesa cumplida.


Señor, sé que tus ordenanzas son justas; me disciplinaste porque lo necesitaba.


No arrebates de mí tu palabra de verdad, pues tus ordenanzas son mi única esperanza.


Me aferro a tus leyes. Señor, ¡no dejes que pase vergüenza!


Siempre me conmueve el deseo de conocer tus ordenanzas.


La reverencia al Señor es pura; permanece para siempre. Las leyes del Señor son verdaderas; cada una de ellas es imparcial.


Sin embargo, como has mostrado un total desprecio por la palabra del Señor con lo que hiciste, tu hijo morirá.


¿Y qué gran nación tiene decretos y ordenanzas tan justas e imparciales como este conjunto de leyes que te entrego hoy?


Te podrían acusar de chismoso, y nunca recuperarás tu buena reputación.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម