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Salmos 119:176 - Biblia Nueva Traducción Viviente

176 He andado descarriado como una oveja perdida; ven a buscarme, porque no me he olvidado de tus mandatos.

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Biblia Reina Valera 1960

176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

176 Iba errante como oveja perdida, ven a buscar a tu servidor, pues bien sabes que no olvidé tus mandamientos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

176 Anduve errante como oveja descarriada, ¡Busca a tu siervo, porque no ha olvidado tus mandamientos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

176 Como oveja perdida estoy errante: ven en busca de tu siervo, yo de tus mandatos no me olvido.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo; porque no me he olvidado de tus mandamientos.

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Salmos 119:176
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Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.


Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos nosotros.


Además, tengo otras ovejas que no están en este redil, también las debo traer. Ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor.


Entonces Jesús le dijo a la mujer: —Fui enviado para ayudar solamente a las ovejas perdidas de Dios, el pueblo de Israel.


Antes eran como ovejas que andaban descarriadas. Pero ahora han vuelto a su Pastor, al Guardián de sus almas.


Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.


Han deambulado por todas las montañas y las colinas sobre la faz de la tierra; sin embargo, nadie salió a buscarlas.


¡Llévame contigo, ven, corramos! El rey me ha traído a su alcoba. Cuánto nos alegramos por ti, oh rey; elogiamos tu amor aún más que el vino. Con razón te quieren las jóvenes.


Jamás olvidaré tus mandamientos, pues por medio de ellos me diste vida.


Gente malvada trata de arrastrarme al pecado, pero estoy firmemente anclado a tus enseñanzas.


Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento.


Así que ahora que conocen a Dios (o mejor dicho, ahora que Dios los conoce a ustedes), ¿por qué quieren retroceder y convertirse otra vez en esclavos de los débiles e inútiles principios espirituales de este mundo?


sino solo al pueblo de Israel, las ovejas perdidas de Dios.


Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. Así como ustedes, sacerdotes, se niegan a conocerme, yo me niego a reconocerlos como mis sacerdotes. Ya que olvidaron las leyes de su Dios, me olvidaré de bendecir a sus hijos.


Buscaré a mis perdidas y las traeré sanas y salvas de regreso a casa. Vendaré a las heridas y fortaleceré a las débiles. Sin embargo, destruiré a las gordas y poderosas; ¡a ellas también les daré de comer, pero juicio!


Oí a Israel decir: “Me disciplinaste severamente, como a un becerro que necesita ser entrenado para el yugo. Hazme volver a ti y restáurame, porque solo tú eres el Señor mi Dios.


Me deleitaré en tus decretos y no olvidaré tu palabra.


»Mi pueblo ha sido como ovejas perdidas. Sus pastores los llevaron por mal camino y los dejaron sueltos en las montañas. Perdieron su rumbo y no recuerdan cómo regresar al redil.


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