Salmos 119:153 - Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁵³ Mira mi sufrimiento y rescátame, porque no me he olvidado de tus enseñanzas.

កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

¹⁵³ Mira mi aflicción, y líbrame, Porque de tu ley no me he olvidado.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁵³ Mira mi miseria y líbrame, pues no me he olvidado de tu Ley.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁵³ r Mira mi aflicción y líbrame, Porque no me he olvidado de tu Ley.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁵³ Res. Considera mi pena y ponme a salvo: yo no tengo tu ley en el olvido.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁵³ RESH. Mira mi aflicción, y líbrame; porque de tu ley no me he olvidado.

Salmos 119:153 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Lamentaciones 5:1

Señor, recuerda lo que nos ha sucedido. ¡Mira cómo hemos sido deshonrados!

Salmos 119:176

He andado descarriado como una oveja perdida; ven a buscarme, porque no me he olvidado de tus mandatos.

Salmos 9:13

Señor, ten misericordia de mí. Mira cómo me atormentan mis enemigos; arrebátame de las garras de la muerte.

Proverbios 3:1

Hijo mío, nunca olvides las cosas que te he enseñado; guarda mis mandatos en tu corazón.

Salmos 119:159

Mira cómo amo tus mandamientos, Señor. Por tu amor inagotable, devuélveme la vida.

Salmos 119:141

Soy insignificante y despreciado, pero no olvido tus mandamientos.

Salmos 119:16

Me deleitaré en tus decretos y no olvidaré tu palabra.

Salmos 25:19

Mira cuántos enemigos tengo, ¡y de qué manera despiadada me odian!

Lamentaciones 2:20

«¡Oh Señor, piensa en esto! ¿Debieras tratar a tu propio pueblo de semejante manera? ¿Habrán de comerse las madres a sus propios hijos, a quienes mecieron en sus rodillas? ¿Habrán de ser asesinados los sacerdotes y los profetas dentro del templo del Señor?

Salmos 119:109

Mi vida pende de un hilo constantemente, pero no dejaré de obedecer tus enseñanzas.

Salmos 119:98

Tus mandatos me hacen más sabio que mis enemigos, pues me guían constantemente.

Nehemías 9:32

»Ahora, Dios nuestro —Dios grande, poderoso y temible que cumple su pacto de amor inagotable—, no permitas que todas las privaciones que hemos sufrido te parezcan insignificantes. Grandes dificultades cayeron sobre nosotros, nuestros reyes, nuestros líderes, nuestros sacerdotes, nuestros profetas y nuestros antepasados —todo tu pueblo—, desde los días cuando los reyes de Asiria por primera vez nos vencieron hasta el día de hoy.