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Salmos 119:118 - Biblia Nueva Traducción Viviente

118 Pero has rechazado a todos los que se apartan de tus decretos, quienes no hacen más que engañarse a sí mismos.

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Biblia Reina Valera 1960

118 Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos, Porque su astucia es falsedad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

118 Desprecias a los que abandonan tus preceptos, sus proyectos no son más que mentira.

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La Biblia Textual 3a Edicion

118 Repudias a todos los que se desvían de tus estatutos, Porque sus maquinaciones son vanas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

118 Al que deja tus leyes lo desechas, su astucia es engañosa.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

118 Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos; porque su astucia es falsedad.

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Salmos 119:118
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Me esforcé tanto por encontrarte; no permitas que me aleje de tus mandatos.


Tú reprendes al arrogante; los que se alejan de tus mandatos son malditos.


No se dejen engañar por los que tratan de justificar esos pecados, porque el enojo de Dios caerá sobre todos los que lo desobedecen.


desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño.


Líbrame de mentirme a mí mismo; dame el privilegio de conocer tus enseñanzas.


Nunca más brillará en ti la luz de una lámpara ni se oirán las felices voces de los novios y las novias. Pues tus comerciantes eran los grandes del mundo, y tú engañaste a las naciones con tus hechicerías.


Así que les escribo no porque no conozcan la verdad, sino porque conocen la diferencia entre la verdad y la mentira.


pero los malos y los impostores serán cada vez más fuertes. Engañarán a otros, y ellos mismos serán engañados.


Los matarán a espada o serán enviados cautivos a todas las naciones del mundo. Y Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que el tiempo de los gentiles llegue a su fin.


El día en que yo actúe, ustedes pisotearán a los perversos como si fueran polvo debajo de sus pies», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


«Estuve pisando el lagar yo solo; no había nadie allí para ayudarme. En mi enojo, he pisado a mis enemigos como si fueran uvas. En mi furia he pisado a mis adversarios; su sangre me ha manchado la ropa.


El pobre iluso se alimenta de cenizas; confía en algo que no puede ayudarlo en absoluto. Sin embargo, no es capaz de preguntarse: «Este ídolo que tengo en la mano, ¿no será una mentira?».


Pues la mano de bendición del Señor descansará sobre Jerusalén. Moab, en cambio, será aplastado; será como la paja pisoteada y abandonada para que se pudra.


Durante cuarenta años estuve enojado con ellos y dije: “Son un pueblo cuyo corazón se aleja de mí; rehúsan hacer lo que les digo”.


Le dieron la espalda y fueron tan infieles como sus padres; eran tan poco fiables como un arco torcido.


Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.


El corazón que trama el mal está lleno de engaño; ¡el corazón que procura la paz rebosa de alegría!


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