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Salmos 114:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 ¡Las montañas saltaron como carneros, las colinas brincaron como corderos!

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កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

4 Los montes saltaron como carneros, Los collados como corderitos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 las montañas saltaron como carneros y como corderos las colinas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Los montes saltaron como carneros, Los collados como corderos.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 las montañas saltaron cual carneros, como corderos las colinas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Las montañas saltaron como carneros, y los pequeños collados como corderitos.

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Salmos 114:4
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El monte Sinaí estaba totalmente cubierto de humo, porque el Señor había descendido sobre él en forma de fuego. Nubes de humo subían al cielo como el humo que sale de un horno de ladrillos, y todo el monte se sacudía violentamente.


Cuando los israelitas oyeron los truenos y el toque fuerte del cuerno de carnero y vieron los destellos de relámpagos y el humo que salía del monte, se mantuvieron a distancia, temblando de miedo.


Cuando él se detiene, la tierra se estremece. Cuando mira, las naciones tiemblan. Él derrumba las montañas perpetuas y arrasa las antiguas colinas. ¡Él es el Eterno!


Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. La tierra y el cielo huyeron de su presencia, pero no encontraron ningún lugar donde esconderse.


»¿Estabas enojado, Señor, cuando golpeaste los ríos y dividiste el mar? ¿Estabas disgustado con ellos? ¡No! ¡Enviabas tus carros de salvación!


Hace brincar como terneras a las montañas del Líbano; hace saltar el monte Hermón como a un buey joven y salvaje.


Entonces la tierra se estremeció y tembló. Se sacudieron los cimientos de las montañas; temblaron a causa de su enojo.


Ante la presencia de Dios las montañas se estremecen y las colinas se derriten; la tierra tiembla y sus habitantes son destruidos.


Oh montañas empinadas, ¿por qué miran con envidia al monte Sion, donde Dios decidió vivir, donde el Señor vivirá para siempre?


Somos tan solo sombras que se mueven y todo nuestro ajetreo diario termina en la nada. Amontonamos riquezas sin saber quién las gastará.


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