La orgullosa ciudad vendrá a ser pastizal para los rebaños y manadas; allí se instalará y vivirá toda clase de animales salvajes. El búho del desierto y la lechuza blanca se posarán sobre las columnas destruidas, y sus reclamos se oirán por las ventanas rotas. Los escombros taparán todas las puertas, y los revestimientos de cedro quedarán a la intemperie.
