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Romanos 9:32 - Biblia Nueva Traducción Viviente

32 ¿Por qué no? Porque trataban de hacerse justos ante Dios por cumplir la ley en lugar de confiar en él. Tropezaron con la gran piedra en su camino.

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Biblia Reina Valera 1960

32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Porque se ataba a las observancias y no a la fe. Y tropezaron con Aquel que es la piedra de tropiezo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 ¿Por qué? Porque no la seguían° por fe sino como por obras.° Tropezaron en la piedra de tropiezo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 ¿Y por qué? Porque no la buscaba en la fe, sino en las obras. Tropezaron con la piedra de tropiezo,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

32 ¿Por qué? Porque no la procuraron por fe, sino como por las obras de la ley, por lo cual tropezaron en la piedra de tropiezo,

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Romanos 9:32
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces cuando predicamos que Cristo fue crucificado, los judíos se ofenden y los gentiles dicen que son puras tonterías.


Además, «Él es la piedra que hace tropezar a muchos, la roca que los hace caer». Tropiezan porque no obedecen la palabra de Dios y por eso se enfrentan con el destino que les fue preparado.


¿Acaso el pueblo de Dios tropezó y cayó sin posibilidad de recuperarse? ¡De ninguna manera! El pueblo fue desobediente, por eso Dios puso la salvación al alcance de los gentiles. Sin embargo, él quería que su propio pueblo sintiera celos y la reclamara para sí.


Y agregó: «Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí».


Pues no entienden la forma en que Dios hace justas a las personas ante él. Se niegan a aceptar el modo de Dios y, en cambio, se aferran a su propio modo de hacerse justos ante él tratando de cumplir la ley.


Así que la promesa se recibe por medio de la fe. Es un regalo inmerecido. Y, vivamos o no de acuerdo con la ley de Moisés, todos estamos seguros de recibir esta promesa si tenemos una fe como la de Abraham, quien es el padre de todos los que creen.


Entonces Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre del bebé: «Este niño está destinado a provocar la caída de muchos en Israel, y también el ascenso de muchos otros. Fue enviado como una señal de Dios, pero muchos se le opondrán.


Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él. Entonces Jesús les dijo: «Un profeta recibe honra en todas partes menos en su propio pueblo y entre su propia familia».


Él te mantendrá seguro. En cambio, para Israel y Judá será una piedra que hace tropezar a muchos, una roca que los hace caer. Y para el pueblo de Jerusalén será una red y una trampa.


Muchos tropezarán y caerán y no volverán a levantarse; caerán en la trampa y serán capturados».


Como dicen las Escrituras: «Pongo en Jerusalén una piedra principal, elegida para gran honra, y todo el que confíe en él jamás será avergonzado».


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