Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Romanos 15:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Por lo tanto, acéptense unos a otros, tal como Cristo los aceptó a ustedes, para que Dios reciba la gloria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

7 Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Acójanse unos a otros como Cristo los acogió para gloria de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también el Mesías os° aceptó, para gloria de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Por lo tanto, acogeos benignamente unos a otros, como Cristo os acogió a vosotros, para gloria de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió para gloria de Dios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Romanos 15:7
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»El que los recibe a ustedes me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al Padre, quien me envió.


Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros.


Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar de privilegio inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos con confianza y alegría participar de la gloria de Dios.


Pido que les inunde de luz el corazón, para que puedan entender la esperanza segura que él ha dado a los que llamó —es decir, su pueblo santo—, quienes son su rica y gloriosa herencia.


Luego les dijo: «Todo el que recibe de mi parte a un niño pequeño como este, me recibe a mí; y todo el que me recibe a mí, también recibe al Padre, quien me envió. El más insignificante entre ustedes es el más importante».


«Todo el que recibe de mi parte a un niño pequeño como este me recibe a mí, y todo el que me recibe, no solo me recibe a mí, sino también a mi Padre, quien me envió».


Por eso los fariseos y los maestros de la ley religiosa se quejaban de que Jesús se juntaba con semejantes pecadores, ¡y hasta comía con ellos!


El propósito de Dios fue que nosotros, los judíos —que fuimos los primeros en confiar en Cristo—, diéramos gloria y alabanza a Dios.


También vino para que los gentiles le dieran la gloria a Dios por la misericordia que él tuvo con ellos. A eso se refería el salmista cuando escribió: «Por eso, te alabaré entre los gentiles, cantaré alabanzas a tu nombre».


Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré.


Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម