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Proverbios 9:8 - Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Por lo tanto, no te molestes en corregir a los burlones; solo ganarás su odio. En cambio, corrige a los sabios y te amarán.

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Biblia Reina Valera 1960

8 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 No reprendas al burlón, te ganarías un enemigo más; corrige al sabio, y te amará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 No reprendas al escarnecedor, no sea que te aborrezca, Corrige al sabio, y te amará.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 No corrijas al insolente, que te odiará; corrige al sabio, y te estimará.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca: Corrige al sabio, y te amará.

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Proverbios 9:8
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Deja que los justos me golpeen! ¡Será un acto de bondad! Si me corrigen, es un remedio calmante; no permitas que lo rechace. Pero oro constantemente en contra de los perversos y de lo que hacen.


Si desprecias la crítica constructiva, acabarás en pobreza y deshonra; si aceptas la corrección, recibirás honra.


No gastes saliva con los necios, porque despreciarán hasta el más sabio consejo.


Los burlones odian ser corregidos, por eso se alejan de los sabios.


»No desperdicien lo que es santo en gente que no es santa. ¡No arrojen sus perlas a los cerdos! Pisotearán las perlas y luego se darán vuelta y los atacarán.


Quien se niega tercamente a aceptar la crítica será destruido de repente sin poder recuperarse.


A fin de cuentas, la gente aprecia la crítica sincera mucho más que la adulación.


»No fomentes odio en tu corazón contra ninguno de tus parientes. Aclara los asuntos con la gente en forma directa, a fin de que no seas culpable de su pecado.


así que no les hagan caso. Son guías ciegos que conducen a los ciegos, y si un ciego guía a otro, los dos caerán en una zanja.


Los funcionarios del rey le informaron: «El profeta Natán está aquí y quiere verlo». Entonces Natán entró y se inclinó ante el rey con el rostro en tierra


El rey de Israel contestó a Josafat: —Hay un hombre más que podría consultar al Señor por nosotros, pero lo detesto. ¡Nunca me profetiza nada bueno, solo desgracias! Se llama Micaías, hijo de Imla. —¡Un rey no debería hablar de esa manera! —respondió Josafat—. Escuchemos lo que tenga que decir.


Entonces el rey David ordenó: «Llamen al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaía, hijo de Joiada». Cuando ellos llegaron a la presencia del rey,


El sabio con gusto recibe instrucción, pero el necio que habla hasta por los codos caerá de narices.


El hijo sabio acepta la disciplina de sus padres; el burlón se niega a escuchar la corrección.


Si castigas al burlón, los ingenuos aprenderán una lección; si corriges al sabio, será aún más sabio.


El pueblo se quedó en silencio y no dijo ni una palabra, porque Ezequías le había ordenado: «No le respondan».


Que el sabio escuche estos proverbios y se haga aún más sabio. Que los que tienen entendimiento reciban dirección


Adquiere la verdad y nunca la vendas; consigue también sabiduría, disciplina y buen juicio.


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