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Proverbios 7:3 - Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Átalas a tus dedos como un recordatorio; escríbelas en lo profundo de tu corazón.

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កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

3 Lígalos a tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Apriétalos firmemente entre tus dedos, inscríbelos en las tablillas de tu corazón!

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 ¡Átalos a tus dedos, Escríbelos en la tabla de tu corazón!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Sujétalos a tus dedos, escríbelos en la tablilla de tu corazón.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Átalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón.

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Proverbios 7:3
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Nunca permitas que la lealtad ni la bondad te abandonen! Átalas alrededor de tu cuello como un recordatorio. Escríbelas en lo profundo de tu corazón.


«Pero este es el nuevo pacto que haré con el pueblo de Israel después de esos días —dice el Señor—. Pondré mis instrucciones en lo más profundo de ellos y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.


Ahora ve y escribe estas palabras; escríbelas en un libro. Así quedarán hasta el fin de los tiempos como testigo


Es evidente que son una carta de Cristo que muestra el resultado de nuestro ministerio entre ustedes. Esta «carta» no está escrita con pluma y tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente. No está tallada en tablas de piedra, sino en corazones humanos.


Guarda siempre sus palabras en tu corazón; átalas alrededor de tu cuello.


»El pecado de Judá está escrito con cincel de hierro, grabado con punta de diamante en su corazón de piedra y en las esquinas de sus altares.


Ama a la sabiduría como si fuera tu hermana y haz a la inteligencia un querido miembro de tu familia.


No las pierdas de vista. Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón,


«Y este es mi pacto con ellos —dice el Señor—. Mi Espíritu no los dejará, ni tampoco estas palabras que les he dado. Estarán en sus labios y en los labios de sus hijos, y de los hijos de sus hijos, para siempre. ¡Yo, el Señor, he hablado!


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