Proverbios 4:2 - Biblia Nueva Traducción Viviente

² porque les doy una buena orientación. No se alejen de mis instrucciones.

កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

² Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Les doy un saber bueno, no rechacen mi enseñanza.

La Biblia Textual 3a Edicion

² Porque os doy buena doctrina; No abandonéis mis enseñanzas,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² pues os transmito una buena doctrina; no desatendáis mis enseñanzas.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

² Porque os doy buena doctrina; no abandonéis mi ley.

Proverbios 4:2 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

1 Timoteo 4:6

Timoteo, si les explicas estas cosas a los hermanos, serás un digno siervo de Cristo Jesús, bien alimentado con el mensaje de fe y la buena enseñanza que has seguido.

Deuteronomio 32:2

Que mi enseñanza caiga sobre ustedes como lluvia; que mi discurso se asiente como el rocío. Que mis palabras caigan como lluvia sobre pastos suaves, como llovizna delicada sobre plantas tiernas.

Tito 1:9

Debe tener una fuerte creencia en el mensaje fiel que se le enseñó; entonces podrá animar a otros con la sana enseñanza y demostrar a los que se oponen en qué están equivocados.

Job 33:3

Hablo con toda sinceridad; digo la verdad.

Job 11:4

Tú afirmas: “Mis creencias son puras” y “estoy limpio a los ojos de Dios”.

2 Crónicas 7:19

»Sin embargo, si tú o tus descendientes me abandonan y desobedecen los decretos y los mandatos que les he dado, y sirven y rinden culto a otros dioses,

1 Crónicas 28:9

»Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta. Pues el Señor ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre.

Salmos 119:87

Casi acaban conmigo, pero me negué a abandonar tus mandamientos.

Proverbios 3:1

Hijo mío, nunca olvides las cosas que te he enseñado; guarda mis mandatos en tu corazón.

Jeremías 35:8

Así que le hemos obedecido en todas estas cosas. Nunca hemos bebido vino hasta el día de hoy, ni tampoco nuestras esposas, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas.