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Proverbios 3:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente

7 No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al Señor y aléjate del mal.

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កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

7 No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 No te creas el más sabio: ten el temor de Yavé y mantente alejado del mal.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 No seas sabio en tu propia opinión. Teme a YHVH, y apártate del mal,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 No seas sabio a tus ojos, teme a Yahveh y apártate del mal:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 No seas sabio en tu propia opinión: Teme a Jehová, y apártate del mal;

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Proverbios 3:7
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Esto es lo que Dios dice a toda la humanidad: “El temor del Señor es la verdadera sabiduría; apartarse del mal es el verdadero entendimiento”».


Vivan en armonía unos con otros. No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la compañía de la gente común. ¡Y no piensen que lo saben todo!


Hay más esperanza para los necios que para los que se creen sabios.


Había un hombre llamado Job que vivía en la tierra de Uz. Era un hombre intachable, de absoluta integridad, que tenía temor de Dios y se mantenía apartado del mal.


Con amor inagotable y fidelidad se perdona el pecado. Con el temor del Señor el mal se evita.


Aquí culmina el relato. Mi conclusión final es la siguiente: teme a Dios y obedece sus mandatos, porque ese es el deber que tenemos todos.


¡Qué aflicción para los que se creen sabios en su propia opinión y se consideran muy inteligentes!


El temor del Señor es fuente que da vida; ofrece un escape de las trampas de la muerte.


Mis amados hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan orgullosos de ustedes mismos. Parte del pueblo de Israel tiene el corazón endurecido, pero eso solo durará hasta que se complete el número de gentiles que aceptarán a Cristo.


Los gobernadores anteriores, por contraste, impusieron pesadas cargas al pueblo, al exigir una ración diaria de comida y vino, además de cuarenta piezas de plata. Hasta sus ayudantes se aprovechaban del pueblo. Sin embargo, como yo temía a Dios, no actué de esa manera.


—¡No tengan miedo! —les respondió Moisés—, porque Dios ha venido de esta manera para ponerlos a prueba y para que su temor hacia él les impida pecar.


De inmediato David se levantó del suelo, se lavó, se puso lociones y se cambió de ropa. Luego fue al tabernáculo a adorar al Señor y después volvió al palacio donde le sirvieron comida y comió.


Todos los que temen al Señor odiarán la maldad. Por eso odio el orgullo y la arrogancia, la corrupción y el lenguaje perverso.


Los sabios son precavidos y evitan el peligro; los necios, confiados en sí mismos, se precipitan con imprudencia.


No te desgastes tratando de hacerte rico. Sé lo suficientemente sabio para saber cuándo detenerte.


Responde a los argumentos absurdos de los necios o se creerán sabios en su propia opinión.


Los ricos se creen sabios, pero no pueden engañar a un pobre que tiene discernimiento.


Los que confían en su propia inteligencia son necios, pero el que camina con sabiduría está a salvo.


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