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Proverbios 23:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Hijo mío, si tu corazón es sabio, ¡mi propio corazón saltará de alegría!

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កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

15 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Hijo mío, si llegas a ser un sabio, seré el primero en alegrarme;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Hijo mío, si tu corazón llega a ser sabio, También a mí se me alegrará el corazón,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se alegrará;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón;

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Proverbios 23:15
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¡Qué contento me puse al encontrarme con algunos de tus hijos y ver que viven de acuerdo con la verdad, tal como el Padre lo ordenó!


El hombre que ama la sabiduría hace feliz a su padre, pero si anda con prostitutas, desperdicia su fortuna.


Pues el Señor tu Dios vive en medio de ti. Él es un poderoso salvador. Se deleitará en ti con alegría. Con su amor calmará todos tus temores. Se gozará por ti con cantos de alegría».


Hijos míos, escuchen cuando su padre los corrige. Presten atención y aprendan buen juicio,


Hijo mío, presta atención a lo que digo y atesora mis mandatos.


Hijo mío, si los pecadores quieren engatusarte, ¡dales la espalda!


Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo.


Los hijos sensatos traen alegría a su padre; los hijos necios desprecian a su madre.


Los proverbios de Salomón: Un hijo sabio trae alegría a su padre; un hijo necio trae dolor a su madre.


Les preguntó: —Amigos, ¿pescaron algo? —No —contestaron ellos.


Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo.


Teníamos que celebrar este día feliz. ¡Pues tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida! ¡Estaba perdido y ahora ha sido encontrado!”».


Unos hombres le llevaron a un paralítico en una camilla. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo mío! Tus pecados son perdonados».


Me gozaré en hacerles bien, y con fidelidad y de todo corazón los volveré a plantar en esta tierra.


Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón. Entonces podré responder a los que me critican.


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