Ustedes han recibido al Espíritu Santo, y él vive dentro de cada uno de ustedes, así que no necesitan que nadie les enseñe lo que es la verdad. Pues el Espíritu les enseña todo lo que necesitan saber, y lo que él enseña es verdad, no mentira. Así que, tal como él les ha enseñado, permanezcan en comunión con Cristo.
No es un enemigo el que me hostiga; eso podría soportarlo. No son mis adversarios los que me insultan con tanta arrogancia; de ellos habría podido esconderme.
Así que el rey de Israel convocó a los profetas, unos cuatrocientos en total, y les preguntó: —¿Debo ir a pelear contra Ramot de Galaad o desistir? Todos ellos contestaron: —¡Sí, adelante! El Señor dará la victoria al rey.
»Llegará el día cuando verán el objeto sacrílego que causa profanación de pie en un lugar donde él no debe estar. (Lector, ¡presta atención!). Entonces los que estén en Judea huyan a las colinas.