Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Proverbios 11:12 - Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Es necio denigrar al vecino; una persona sensata guarda silencio.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

12 El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 El hombre sin corazón denigra a su prójimo, el hombre prudente guarda silencio.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

12 Quien desprecia al prójimo no tiene juicio, Pero el prudente calla.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 El insensato desprecia a su prójimo; el hombre prudente se calla.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 El que carece de entendimiento, menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Proverbios 11:12
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia.


Hablar demasiado conduce al pecado. Sé prudente y mantén la boca cerrada.


Luego Jesús contó la siguiente historia a algunos que tenían mucha confianza en su propia rectitud y despreciaban a los demás:


Los fariseos, que amaban mucho su dinero, oyeron todo eso y se burlaron de Jesús.


Denigrar al prójimo es pecado; benditos los que ayudan a los pobres.


El pueblo se quedó en silencio y no dijo ni una palabra, porque Ezequías le había ordenado: «No le respondan».


Sin embargo, había unos sinvergüenzas que se quejaban: «¿Cómo puede este hombre salvarnos?». Y lo despreciaban y se negaban a llevarle regalos; pero Saúl no les hizo caso. [Nahas, rey de los amonitas, había estado oprimiendo gravemente a los habitantes de Gad y de Rubén que vivían al oriente del río Jordán. Les sacó el ojo derecho a todos los israelitas que vivían allí, y no permitía que nadie viniera a rescatarlos. De hecho, de todos los israelitas que vivían al oriente del río Jordán, no había uno solo a quien Nahas no le hubiera sacado el ojo derecho. Pero había siete mil hombres que habían escapado de los amonitas y se habían establecido en Jabes de Galaad].


Entonces Zebul se volvió contra él y preguntó: —¿Y qué pasó con esa boca grande tuya que presume tanto? Acaso no fuiste tú el que dijo: “¿Quién es ese Abimelec y por qué debemos ser sus siervos?”. ¡Te burlaste de esos hombres, y ahora están en las afueras de la ciudad! ¡Sal a pelear contra ellos!


Pero el hombre que comete adulterio es un necio total, porque se destruye a sí mismo.


Los ciudadanos íntegros son de beneficio para la ciudad y la hacen prosperar, pero las palabras de los perversos la destruyen.


El chismoso anda contando secretos; pero los que son dignos de confianza saben guardar una confidencia.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម