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Proverbios 11:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Toda la ciudad festeja cuando el justo triunfa; grita de alegría cuando el perverso muere.

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Biblia Reina Valera 1960

10 En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Cuando les va bien a los justos la ciudad se alegra, cuando los malvados pierden, hay fiesta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 La ciudad festeja el éxito de los justos, Y cuando fracasan los impíos, canta de júbilo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 En la dicha de los justos se goza la ciudad, en la ruina de los malvados se alegra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Cuando le va bien al justo se regocija la ciudad; mas cuando los impíos perecen, hay fiesta.

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Proverbios 11:10
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cuando los justos triunfan, todo el mundo se alegra. Cuando los perversos toman el control, todos se esconden.


»¡Señor, que todos tus enemigos mueran como Sísara; pero los que te aman, que se levanten como el sol cuando brilla con toda su fuerza!». Después hubo paz en la tierra durante cuarenta años.


Cuando los perversos toman el control, todos se esconden. Cuando los perversos caen en la calamidad, los justos prosperan.


pero todos los abuchean y se burlan de ellos.


Y Miriam entonaba este cántico: «Canten al Señor, porque ha triunfado gloriosamente; arrojó al mar al caballo y al jinete».


Toda la gente del reino se alegró, y la ciudad estaba tranquila porque Atalía había sido ejecutada en el palacio del rey.


Los ciudadanos íntegros son de beneficio para la ciudad y la hacen prosperar, pero las palabras de los perversos la destruyen.


Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime.


Cuando llegó, vio al recién coronado rey de pie en el lugar de autoridad, junto a la columna de entrada al templo. Los comandantes y los trompetistas lo rodeaban, y gente de todo el reino celebraba y tocaba las trompetas. Los cantores, con instrumentos musicales, dirigían al pueblo en una gran celebración. Cuando Atalía vio todo esto, rasgó su ropa en señal de desesperación y gritó: «¡Traición! ¡Traición!».


Toda la gente del reino se alegró, y la ciudad estaba tranquila porque Atalía había sido ejecutada.


Entonces los cielos y la tierra se alegrarán, porque del norte los ejércitos destructores vendrán contra Babilonia —dice el Señor—.


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