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Oseas 12:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Así que ahora, vuélvete a tu Dios. Actúa con amor y justicia, y confía siempre en él.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y en tu Dios confía siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Yavé Dios de los Ejércitos, Yavé es su nombre).

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Tú, pues, conviértete a tu Dios, Practica la misericordia y la justicia, y espera siempre a tu Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Yahveh es el Dios Sebaot, Yahveh es su nombre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y en tu Dios espera siempre.

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Oseas 12:6
39 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡No! Oh pueblo, el Señor te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios.


En cuanto a mí, busco la ayuda del Señor. Espero confiadamente que Dios me salve, y con seguridad mi Dios me oirá.


Regresa, oh Israel, al Señor tu Dios, porque tus pecados te hicieron caer.


«El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: juzguen con imparcialidad y muestren compasión y bondad el uno por el otro.


No habrá compasión para quienes no hayan tenido compasión de otros, pero si ustedes han sido compasivos, Dios será misericordioso con ustedes cuando los juzgue.


La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el mundo te corrompa.


Primero les prediqué a los de Damasco, luego en Jerusalén y por toda Judea, y también a los gentiles: que todos tienen que arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y demostrar que han cambiado, por medio de las cosas buenas que hacen.


Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.


Pero ustedes deben hacer lo siguiente: digan la verdad unos a otros. En sus tribunales, pronuncien veredictos que sean justos y que conduzcan a la paz.


Por lo tanto, dile al pueblo: “El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: ‘Regresen a mí y yo me volveré a ustedes, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales’.


Por lo tanto, tengan paciencia —dice el Señor—. Pronto me levantaré y acusaré a esas naciones malvadas. Pues he decidido reunir a los reinos de la tierra y descargar mi más feroz ira y furia sobre ellos. Toda la tierra será consumida por el fuego de mi celo.


Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el fin, y este se cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará.


En cambio, quiero ver una tremenda inundación de justicia y un río inagotable de rectitud.


No se desgarren la ropa en su dolor sino desgarren sus corazones». Regresen al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. Está deseoso de desistir y no de castigar.


Yo dije: “Planten buenas semillas de justicia, y levantarán una cosecha de amor. Aren la dura tierra de sus corazones, porque ahora es tiempo de buscar al Señor para que él venga y haga llover justicia sobre ustedes”.


¡Escucha la palabra del Señor, oh pueblo de Israel! El Señor ha presentado cargos en tu contra, diciendo: «No hay fidelidad, ni bondad ni conocimiento de Dios en tu tierra.


¡Pero un hermoso palacio de cedro no hace a un gran rey! Josías, tu padre, también tenía mucha comida y bebida; pero él era justo y recto en todo lo que hacía. Por esa razón Dios lo bendijo.


»¡No! Esta es la clase de ayuno que quiero: pongan en libertad a los que están encarcelados injustamente; alivien la carga de los que trabajan para ustedes. Dejen en libertad a los oprimidos y suelten las cadenas que atan a la gente.


En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán.


Pueblo mío, aunque eres rebelde y perverso, ven y regresa al Señor.


Así que el Señor esperará a que ustedes acudan a él para mostrarles su amor y su compasión. Pues el Señor es un Dios fiel. Benditos son los que esperan su ayuda.


Yo esperaré al Señor, que se ha apartado de los descendientes de Jacob; pondré mi esperanza en él.


¡Lávense y queden limpios! Quiten sus pecados de mi vista. Abandonen sus caminos malvados.


Al Señor le agrada más cuando hacemos lo que es correcto y justo que cuando le ofrecemos sacrificios.


Vengan y escuchen mi consejo. Les abriré mi corazón y los haré sabios.


Seguimos buscando la misericordia del Señor nuestro Dios, así como los sirvientes fijan los ojos en su amo y la esclava observa a su ama, atenta al más mínimo gesto.


Quédate quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que él actúe. No te inquietes por la gente mala que prospera, ni te preocupes por sus perversas maquinaciones.


Espera con paciencia al Señor. Sé valiente y esforzado; sí, espera al Señor con paciencia.


¡Oh Señor, confío en ti para la salvación!


»Por lo tanto, pueblo de Israel, juzgaré a cada uno de ustedes, según sus acciones, dice el Señor Soberano. Arrepiéntete y apártate de tus pecados. ¡No permitas que tus pecados te destruyan!


Por eso dice el Señor: «Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto.


Dios también le dijo a Moisés: —Así dirás al pueblo de Israel: “Yahveh, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre eterno, el nombre que deben recordar por todas las generaciones”.


Pues el Señor es quien formó las montañas, agita los vientos y da a conocer sus pensamientos a la humanidad. Él convierte la luz del amanecer en oscuridad y marcha sobre las alturas de la tierra. ¡El Señor Dios de los Ejércitos Celestiales es su nombre!


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