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Números 5:22 - Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Ahora, que esta agua que trae la maldición entre en tu cuerpo y cause que tu abdomen se hinche y tu útero se encoja”. A la mujer se le exigirá decir: “Sí, que así sea”.

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Biblia Reina Valera 1960

22 y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Entren en tus entrañas las aguas que traen la maldición, haciendo que se pudran tus muslos y reviente tu vientre. Y la mujer responderá: ¡Así sea, así sea!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 ¡Penetren estas aguas portadoras de maldición en tus entrañas, haciendo hinchar tu vientre y decayendo tu muslo! Y la mujer dirá: ¡Amén, amén!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Que este agua portadora de maldición penetre en tus entrañas, a fin de que hinchen tu vientre y hagan languidecer tus caderas'. Entonces dirá la mujer: 'Amén, amén'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 y esta agua que causa la maldición entrará en tus entrañas, y hará que tu vientre se hinche y que se pudra tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.

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Números 5:22
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Maldecir le resulta tan natural como la ropa que usa, o el agua que bebe o los alimentos deliciosos que come.


Por eso Jesús volvió a decir: «Les digo la verdad, a menos que coman la carne del Hijo del Hombre y beban su sangre, no podrán tener vida eterna en ustedes;


Te aseguro que les contamos lo que sabemos y hemos visto, y ustedes todavía se niegan a creer nuestro testimonio.


Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios.


«Llénate el estómago con esto», me dijo. Al comerlo, sentí un sabor tan dulce como la miel.


Por lo tanto, tendrán que comer el fruto amargo de vivir a su manera y se ahogarán con sus propias intrigas.


¡Alaben al Señor para siempre! ¡Amén y amén!


¡Alaben su glorioso nombre por siempre! Que toda la tierra se llene de su gloria. ¡Amén y amén!


Alaben al Señor, Dios de Israel, quien vive desde la eternidad hasta la eternidad. ¡Amén y amén!


Si ella se ha contaminado siendo infiel a su marido, el agua que trae la maldición le producirá un sufrimiento amargo. Su abdomen se hinchará y su útero se encogerá, y su nombre se volverá una maldición entre su pueblo.


Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un trozo de cuero y luego las lavará para que caigan dentro del agua amarga.


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