Números 19:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Entonces Eleazar tomará con el dedo un poco de la sangre y la rociará siete veces hacia el frente del tabernáculo.

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Biblia Reina Valera 1960

⁴ Y Eleazar el sacerdote tomará de la sangre con su dedo, y rociará hacia la parte delantera del tabernáculo de reunión con la sangre de ella siete veces;

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ El sacerdote Eleazar untará su dedo en la sangre y rociará siete veces volviéndose hacia la entrada de la Tienda de las Citas.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Luego el sacerdote Eleazar tomará de su sangre con su dedo, y con esa sangre salpicará siete veces hacia la parte delantera de la Tienda de Reunión.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Después el sacerdote Eleazar mojará su dedo en la sangre y hará con ella siete aspersiones hacia la entrada de la tienda del encuentro.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴ Y el sacerdote Eleazar tomará de su sangre con su dedo, y rociará con la sangre de ella hacia la parte delantera del tabernáculo de la congregación siete veces;

Números 19:4 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Levítico 4:17

mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces ante el Señor delante de la cortina interior.

Levítico 16:14

Después tomará un poco de la sangre del becerro, mojará su dedo en ella, y la rociará en el lado oriental de la tapa de la expiación. También rociará la sangre siete veces con su dedo delante de la tapa de la expiación.

Levítico 4:6

mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces ante el Señor delante de la cortina interior del santuario.

Levítico 16:19

Después rociará la sangre con su dedo siete veces sobre el altar. De esta manera lo purificará de la contaminación de Israel y lo hará santo.

1 Pedro 1:2

Dios Padre los conocía y los eligió desde hace mucho tiempo, y su Espíritu los ha hecho santos. Como resultado, ustedes lo obedecieron y fueron limpiados por la sangre de Jesucristo. Que Dios les conceda cada vez más gracia y paz.

Hebreos 12:24

Ustedes han llegado a Jesús, el mediador del nuevo pacto entre Dios y la gente, y también a la sangre rociada, que habla de perdón en lugar de clamar por venganza como la sangre de Abel.