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Números 16:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¿Les parece de poca importancia que el Dios de Israel los escogiera de entre toda la comunidad israelita para estar cerca de él de manera que sirvan en el tabernáculo del Señor y que estén delante de los israelitas para ministrarles?

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Biblia Reina Valera 1960

9 ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 ¿Les parece poco que el Dios de Israel los haya separado de la comunidad de los israelitas, y que los haya hecho acercarse a El para que sirvan en la Morada de Yavé y así aseguren el culto en nombre de la comunidad?

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¿Es poco para vosotros que el Dios de Israel os haya separado de la asamblea de Israel para aproximaros a Él para servir en la obra del Tabernáculo de YHVH, y manteneros al frente de la asamblea para ministrarles?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¿os parece poco que el Dios de Israel os haya separado de la comunidad de los israelitas para poneros junto a él, para que le prestéis servicio en el santuario de Yahveh y para que estéis al frente de la comunidad a fin de atender al culto en su nombre?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 ¿Os parece poca cosa que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, para acercaros a sí para que ministraseis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estuvieseis delante de la congregación para ministrarles,

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Números 16:9
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Entonces Isaías le dijo: —¡Escuchen bien, ustedes de la familia real de David! ¿Acaso no les basta con agotar la paciencia humana? ¿También tienen que agotar la paciencia de mi Dios?


En aquel tiempo, el Señor designó a los de la tribu de Leví para que se encargaran de llevar el arca del pacto del Señor y estuvieran delante del Señor para servirlo y pronunciar bendiciones en su nombre. Esas son las responsabilidades de ellos hasta el día de hoy.


Ese día se designaron hombres para que se encargaran de los depósitos para las ofrendas, la primera parte de la cosecha y los diezmos. Eran responsables de recolectar de los campos fuera de las ciudades las porciones especificadas por la ley para los sacerdotes y los levitas. Pues todo el pueblo de Judá se complacía en los sacerdotes y los levitas y en el trabajo que prestaban.


Cuando los hombres de Saúl le dijeron estas cosas a David, él respondió: «¿Cómo puede un hombre pobre y de familia humilde reunir la dote por la hija de un rey?».


¿No te basta que nos sacaste de Egipto, una tierra donde fluyen la leche y la miel, para matarnos aquí en este desierto, y que además ahora nos trates como a tus súbditos?


«Llama a los de la tribu de Leví, que pasen adelante y preséntalos al sacerdote Aarón para que sean sus ayudantes.


pero los levitas acamparán alrededor del tabernáculo del pacto para proteger a la comunidad de Israel del enojo del Señor. Los levitas son responsables de permanecer en guardia alrededor del tabernáculo».


¿No les basta quedarse con los mejores pastizales? ¿También tienen que pisotear lo que queda? ¿No les basta con beber el agua cristalina? ¿También tienen que enturbiar con las patas el resto del agua?


Dio esta orden a los levitas, quienes debían enseñar a todo Israel y quienes habían sido apartados para servir al Señor: «Pongan el arca sagrada en el templo que construyó Salomón, hijo de David, rey de Israel. Ustedes ya no tienen que seguir cargándola de un sitio a otro sobre sus hombros. Ahora dediquen su tiempo a servir al Señor su Dios y a su pueblo Israel.


Y ahora, Señor Soberano, sumado a todo lo demás, ¡hablas de darle a tu siervo una dinastía duradera! ¿Tratas a todos de esta manera, oh Señor Soberano?


—¿No fue suficiente que me robaras a mi marido? ¿Ahora también te robarás las mandrágoras de mi hijo? —le respondió Lea con enojo. Raquel contestó: —Dejaré que Jacob duerma contigo esta noche si me das algunas mandrágoras.


En cuanto a mí, me importa muy poco cómo me califiquen ustedes o cualquier autoridad humana. Ni siquiera confío en mi propio juicio en este sentido.


Cierto día, mientras estos hombres adoraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Designen a Bernabé y a Saulo para el trabajo especial al cual los he llamado».


Designa a los levitas como ayudantes de Aarón y de sus hijos porque de entre todo el pueblo de Israel ellos fueron dedicados para este propósito.


Moisés le habló de nuevo a Coré: «¡Ahora escuchen, levitas!


Solo ellos entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme. Ellos cumplirán todos mis requisitos.


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