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Números 12:13 - Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Entonces Moisés clamó al Señor: —¡Oh Dios, te suplico que la sanes!

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Biblia Reina Valera 1960

13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Entonces Moisés suplicó a Yavé: '¡Por favor, detente! ¡Sánala!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Entonces Moisés clamó a YHVH, diciendo: ¡Te ruego, oh Dios, sánala ahora!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Moisés clamó a Yahveh diciéndole: '¡Oh Dios!, por favor, cúrala'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.

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Números 12:13
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Una oración ofrecida con fe sanará al enfermo, y el Señor hará que se recupere; y si ha cometido pecados, será perdonado.


No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien.


Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman.


Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados.


Oh Señor, si me sanas, seré verdaderamente sano; si me salvas, seré verdaderamente salvo. ¡Mis alabanzas son solo para ti!


La luna será tan resplandeciente como el sol, y el sol brillará siete veces más, como la luz de siete días en uno solo. Así será cuando el Señor comience a sanar a su pueblo y a curar las heridas que le hizo.


«Lamento haber hecho a Saúl rey, porque no me ha sido leal y se ha negado a obedecer mi mandato». Al oírlo, Samuel se conmovió tanto que clamó al Señor durante toda la noche.


»En cuanto a mí, ciertamente no pecaré contra el Señor al dejar de orar por ustedes. Y seguiré enseñándoles lo que es bueno y correcto.


Sin embargo, tan pronto como la mañana siguiente, toda la comunidad de Israel comenzó de nuevo a murmurar contra Moisés y Aarón diciendo: «¡Ustedes mataron al pueblo del Señor!».


Sus voces se elevaron en una gran protesta contra Moisés y Aarón: «¡Si tan solo hubiéramos muerto en Egipto o incluso aquí en el desierto! —se quejaban—.


Cayó de rodillas gritando: «¡Señor, no los culpes por este pecado!». Dicho eso, murió.


Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su esposa y a sus siervas para que pudieran tener hijos.


—Ahora vuelve a meter la mano dentro de tu manto —le dijo el Señor. Así que Moisés metió la mano de nuevo, y cuando la sacó, estaba tan sana como el resto de su cuerpo.


Así que el pueblo pidió ayuda a gritos a Moisés, y cuando él oró al Señor, el fuego se apagó.


No dejes que ella sea como un bebé que nace muerto y que ya está en descomposición».


Oh Señor mi Dios, clamé a ti por ayuda, y me devolviste la salud.


«Oh Señor, ten misericordia de mí —pedí en oración—, sáname, porque contra ti he pecado».


Les dijo: «Si ustedes escuchan atentamente la voz del Señor su Dios y hacen lo que es correcto ante sus ojos, obedeciendo sus mandatos y cumpliendo todos sus decretos, entonces no les enviaré ninguna de las enfermedades que envié a los egipcios; porque yo soy el Señor, quien los sana».


Entonces el rey clamó al hombre de Dios: «¡Te ruego que le pidas al Señor tu Dios que me restaure la mano!». Así que el hombre de Dios oró al Señor, y la mano quedó restaurada y el rey pudo moverla otra vez.


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