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Números 10:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »Cuando lleguen a su propia tierra y vayan a la guerra contra sus enemigos que los atacan, darán la alarma con las trompetas. Entonces el Señor su Dios los recordará y los rescatará de sus enemigos.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados por Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Cuando ya estén en su tierra y salgan a combatir al enemigo que les trae la guerra, ustedes tocarán las trompetas con estrépito; así se acordará Yavé, Dios de ustedes, y los librará de sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Cuando entréis en guerra, en vuestro país, contra el enemigo que os ataca, tocaréis las trompetas con alarma, y se os recordará ante YHVH vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Cuando en vuestra tierra salgáis a guerrear contra un enemigo que os ataque, tocaréis a zafarrancho, y entonces Yahveh, vuestro Dios, se acordará de vosotros y seréis librados de vuestros enemigos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os atacare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados delante de Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.

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Números 10:9
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

y dijo: «Esto es lo que el Señor, Dios de Israel, ha declarado: “Los saqué de Egipto; los rescaté de los egipcios y de todas las naciones que los oprimían.


Cada vez que el Señor levantaba un juez sobre Israel, él estaba con ese juez y rescataba al pueblo de sus enemigos durante toda la vida del juez. Pues el Señor tenía compasión de su pueblo, que estaba sobrecargado de opresión y sufrimiento.


Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el barco. Envió un viento que soplara sobre la tierra, y las aguas del diluvio comenzaron a retirarse.


Sus enemigos los aplastaron y los sometieron a su cruel poder.


Acuérdate de mí, Señor, cuando le muestres favor a tu pueblo; acércate y rescátame.


Cuando los de Judá se dieron cuenta de que los estaban atacando por delante y por detrás, clamaron al Señor por ayuda. Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas,


los sidonios, los amalecitas y los maonitas? Cuando ellos los oprimían, ustedes clamaban a mí por ayuda, y yo los rescataba.


quienes comenzaron a oprimirlos ese mismo año. Durante dieciocho años oprimieron a los israelitas que vivían al oriente del río Jordán, en la tierra de los amorreos (es decir, Galaad).


Cuando oigas a los sacerdotes dar un toque prolongado con los cuernos de carnero, haz que todo el pueblo grite lo más fuerte que pueda. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y el pueblo irá directo a atacar la ciudad».


Así que Moisés envió a mil hombres de cada tribu, y Finees, hijo del sacerdote Eleazar, los dirigió en la batalla. Llevaban los objetos sagrados del santuario y las trompetas para dar la orden de ataque.


Si el toque de trompeta no es entendible, ¿cómo sabrán los soldados que se les llama a la batalla?


Cuando el cuerno de carnero toca la alarma, ¿no debería el pueblo estar alarmado? ¿Llega el desastre a una ciudad sin que el Señor lo haya planeado?


Puse centinelas sobre ustedes, que dijeron: “Estén atentos al sonido de alarma”. Pero ustedes respondieron: “¡No! ¡No prestaremos atención!”.


¿Hasta cuándo tendré que ver las banderas de combate y oír el toque de trompetas de guerra?


¡Mi corazón, mi corazón, me retuerzo de dolor! ¡Mi corazón retumba dentro de mí! No puedo quedarme quieto. Pues he escuchado el sonar de las trompetas enemigas y el bramido de sus gritos de guerra.


»¡Griten a la gente de Judá y proclamen a los de Jerusalén! Díganles que toquen alarma en toda la tierra: “¡Corran y salven sus vidas! ¡Huyan a las ciudades fortificadas!”.


«Grita con la voz de un toque de trompeta. ¡Grita fuerte! No seas tímido. ¡Háblale a mi pueblo Israel de sus pecados!


Todos ustedes, habitantes del mundo, todos los que viven en la tierra: cuando levante mi bandera de guerra, ¡miren! Cuando toque el cuerno de carnero, ¡escuchen!


Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre.


Entonces el Espíritu del Señor vistió a Gedeón de poder. Gedeón tocó el cuerno de carnero como un llamado a tomar las armas, y los hombres del clan de Abiezer se le unieron.


Te rescaté de los egipcios y de todos los que te oprimían. Expulsé a tus enemigos y te di sus tierras.


Cuando llegó a la zona montañosa de Efraín, llamó a tomar las armas. Después encabezó un grupo de israelitas colina abajo.


un día de sonido de trompeta y gritos de batalla. ¡Caen las ciudades amuralladas y las más sólidas fortificaciones!


»¡Toquen alarma en Guibeá! ¡Hagan sonar la trompeta en Ramá! ¡Den el grito de guerra en Bet-avén! ¡Entren en batalla, oh guerreros de Benjamín!


»Suena la trompeta para movilizar al ejército de Israel, pero nadie presta atención, porque me he enfurecido contra todos ellos.


»”¡Corran y salven sus vidas, habitantes de Benjamín! ¡Salgan de Jerusalén! ¡Toquen alarma en Tecoa! ¡Levanten señales en Bet-haquerem! Un ejército poderoso viene del norte y trae calamidad y destrucción.


«Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: el primer día del mes señalado, a principios del otoño, guardarás un día de descanso absoluto. Será un día oficial de asamblea santa, un día conmemorado con toques fuertes de trompeta.


Así que como pueden ver, Dios está con nosotros; él es nuestro líder. Sus sacerdotes tocan las trompetas y nos dirigen en batalla contra ustedes. ¡Oh pueblo de Israel, no luches contra el Señor, Dios de tus antepasados, porque no tendrás éxito!».


En los días futuros —dice el Señor—, haré sonar el grito de guerra contra la ciudad de Rabá. Se convertirá en un montón de escombros y las ciudades vecinas serán quemadas. Entonces Israel volverá a tomar la tierra que ustedes le quitaron», dice el Señor.


»Cuando salgas a luchar contra tus enemigos y te enfrentes con caballos y carros de guerra y con un ejército más numeroso que el tuyo, no tengas miedo. ¡El Señor tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto, está contigo!


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