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Nahúm 2:8 - Biblia Nueva Traducción Viviente

8 ¡Nínive es como una represa agrietada que deja escapar a su gente! «¡Deténganse, deténganse!», grita alguien, pero nadie siquiera mira hacia atrás.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas; pero ellos huyen. Dicen: ¡Deteneos, deteneos!; pero ninguno mira.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 La diosa es sacada afuera y va al exilio, y sus siervas lloran y gimen como palomas, y se dan golpes en el pecho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Nínive es un estanque cuyas aguas se escapan. Gritan: ¡Deteneos! ¡Deteneos! Pero nadie vuelve atrás.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 La reina es desnudada y deportada; sus sirvientas, sollozando, gimiendo como palomas, se dan golpes de pecho.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas; mas ellos huyen: Parad, parad; y ninguno mira.

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Nahúm 2:8
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Luego el ángel me dijo: «Las aguas donde la prostituta gobierna representan grandes multitudes de cada nación y lengua.


Uno de los siete ángeles que derramaron las siete copas se acercó y me dijo: «Ven conmigo, y te mostraré la sentencia que recibirá la gran prostituta, que gobierna sobre muchas aguas.


Tus guardias y tus oficiales también son como una nube de langostas que se amontona sobre los cercos en un día frío. Pero al igual que las langostas que vuelan cuando sale el sol, todos levantarán el vuelo y desaparecerán.


Sus guerreros más poderosos ya no luchan más. Permanecen en sus cuarteles, sin valentía; se volvieron como mujeres. Los invasores quemaron las casas y derribaron las puertas de la ciudad.


Saquen de Babilonia a todos los sembradores; despidan a todos los segadores. Debido a la espada del enemigo, todos huirán a sus propias tierras.


Pero ¿qué es lo que veo? El ejército egipcio huye aterrorizado. Sus hombres de guerra más valientes corren sin mirar atrás. A cada paso se llenan de terror —dice el Señor—.


Sin embargo, incluso ahora, ¡sean libres de su cautiverio! Salgan de Babilonia y de los babilonios. ¡Canten este mensaje! Grítenlo hasta los extremos de la tierra. El Señor ha redimido a sus siervos: a los del pueblo de Israel.


Tanto consejo recibido te ha cansado. ¿Dónde están tus astrólogos, esos que miran a las estrellas y hacen predicciones todos los meses? Que den la cara y te salven de lo que te depara el futuro.


En Babilonia todos correrán como gacelas perseguidas, como ovejas sin pastor. Intentarán encontrar a los suyos y huir a su propia tierra.


Desde allí extendió su territorio a Asiria y construyó las ciudades de Nínive, Rehobot-ir, Cala,


Tú eres una ciudad junto a un gran río, un gran centro comercial, pero tu fin ha llegado. Se cortó el hilo de tu vida.


Escuchen el ruido de los cascos de los caballos y el estruendo de las ruedas de los carros de guerra al pasar. Los padres aterrorizados corren desesperados; ni siquiera miran hacia atrás para ver a sus hijos indefensos.


Este mensaje sobre Nínive vino como una visión a Nahúm, que vivía en Elcos.


En mi delirio, gorjeaba como una golondrina o una grulla, y después gemía como una paloma torcaza. Se me cansaban los ojos de mirar al cielo en busca de ayuda. Estoy en apuros, Señor. ¡Ayúdame!».


Gruñimos como osos hambrientos; gemimos como el arrullo lastimero de las palomas. Buscamos la justicia, pero nunca llega; buscamos el rescate, pero está muy lejos de nosotros.


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