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Mateo 4:17 - Biblia Nueva Traducción Viviente

17 A partir de entonces, Jesús comenzó a predicar: «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca».

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Biblia Reina Valera 1960

17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Desde entonces Jesús empezó a proclamar este mensaje: 'Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está ahora cerca.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos° se ha acercado.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar: 'Convertíos; porque el reino de los cielos está cerca'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino del cielo se ha acercado.

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Mateo 4:17
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

«Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca».


Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.


No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores y necesitan arrepentirse».


También se escribió que este mensaje se proclamaría con la autoridad de su nombre a todas las naciones, comenzando con Jerusalén: “Hay perdón de pecados para todos los que se arrepientan”.


»En la antigüedad Dios pasó por alto la ignorancia de la gente acerca de estas cosas, pero ahora él manda que todo el mundo en todas partes se arrepienta de sus pecados y vuelva a él.


Luego añadió: «Ahora vayan y aprendan el significado de la siguiente Escritura: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”. Pues no he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores».


Primero les prediqué a los de Damasco, luego en Jerusalén y por toda Judea, y también a los gentiles: que todos tienen que arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y demostrar que han cambiado, por medio de las cosas buenas que hacen.


De la misma manera, ¡hay más alegría en el cielo por un pecador perdido que se arrepiente y regresa a Dios que por noventa y nueve justos que no se extraviaron!


Ahora pues, arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios para que sus pecados sean borrados.


De la misma manera, hay alegría en presencia de los ángeles de Dios cuando un solo pecador se arrepiente».


He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesús.


Así que dejemos de repasar una y otra vez las enseñanzas elementales acerca de Cristo. Por el contrario, sigamos adelante hasta llegar a ser maduros en nuestro entendimiento. No puede ser que tengamos que comenzar de nuevo con los importantes cimientos acerca del arrepentimiento de las malas acciones y de tener fe en Dios.


Cuando los demás oyeron esto, dejaron de oponerse y comenzaron a alabar a Dios. Dijeron: —Podemos ver que Dios también les ha dado a los gentiles el privilegio de arrepentirse de sus pecados y de recibir vida eterna.


»Entonces, el reino del cielo será como diez damas de honor que tomaron sus lámparas y salieron para encontrarse con el novio.


»También el reino del cielo es como una red para pescar, que se echó al agua y atrapó toda clase de peces.


Vayan y anúncienles que el reino del cielo está cerca.


Luego los envió para que anunciaran a todos acerca del reino de Dios y sanaran a los enfermos.


Desde los días en que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino del cielo ha venido avanzando con fuerza, y gente violenta lo está atacando.


La siguiente es otra historia que contó Jesús: «El reino del cielo es como un agricultor que sembró buena semilla en su campo.


El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda».


—A ustedes se les permite entender los secretos del reino del cielo —les contestó—, pero a otros no.


Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo.


Jesús tenía unos treinta años cuando comenzó su ministerio público. Jesús era conocido como el hijo de José. José era hijo de Elí.


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