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Mateo 25:43 - Biblia Nueva Traducción Viviente

43 Fui extranjero, y no me invitaron a su hogar. Estuve desnudo, y no me dieron ropa. Estuve enfermo y en prisión, y no me visitaron”.

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Biblia Reina Valera 1960

43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

43 era forastero y no me recibieron en su casa; estaba sin ropa y no me vistieron; estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

43 fui forastero y no me acogisteis, estaba desnudo y no me cubristeis, enfermo y en prisión, y no me visitasteis.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

43 era forastero y no me hospedasteis; estuve desnudo y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel y no me visitasteis'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

43 fui extranjero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.

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Mateo 25:43
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Estuve desnudo, y me dieron ropa. Estuve enfermo, y me cuidaron. Estuve en prisión, y me visitaron”.


Pues tuve hambre, y no me alimentaron. Tuve sed, y no me dieron de beber.


»Entonces ellos responderán: “Señor, ¿en qué momento te vimos con hambre o con sed o como extranjero o desnudo o enfermo o en prisión y no te ayudamos?”.


y se detuvieron allí para pasar la noche. Descansaron en la plaza de la ciudad, pero nadie los invitó a su casa para pasar la noche.


Cuando veía sin vestido a los que no tienen hogar y a los necesitados sin nada que ponerse,


Por lo tanto, esto dice el Señor, Dios de Israel, a los pastores: «En vez de cuidar de mis ovejas y ponerlas a salvo, las han abandonado y las han llevado a la destrucción. Ahora, yo derramaré juicio sobre ustedes por la maldad que han hecho a mi rebaño;


Hasta la gente común oprime a los pobres, les roba a los necesitados y priva de justicia a los extranjeros.


Después de un tiempo Pablo le dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar cada una de las ciudades donde ya antes predicamos la palabra del Señor para ver cómo andan los nuevos creyentes».


No se olviden de brindar hospitalidad a los desconocidos, porque algunos que lo han hecho, ¡han hospedado ángeles sin darse cuenta!


Acuérdense de aquellos que están en prisión, como si ustedes mismos estuvieran allí. Acuérdense también de los que son maltratados, como si ustedes mismos sintieran en carne propia el dolor de ellos.


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