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Mateo 24:35 - Biblia Nueva Traducción Viviente

35 El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.

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Biblia Reina Valera 1960

35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Pasarán el cielo y la tierra, pero mis palabras no pasarán.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

35 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.

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Mateo 24:35
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

La hierba se seca y las flores se marchitan, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre».


Pero la palabra del Señor permanece para siempre». Y esta palabra es el mensaje de la Buena Noticia que se les ha predicado.


Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?


Lo mismo sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envíe.


Les digo la verdad, hasta que desaparezcan el cielo y la tierra, no desaparecerá ni el más mínimo detalle de la ley de Dios hasta que su propósito se cumpla.


Toda palabra de Dios demuestra ser verdadera. Él es un escudo para todos los que buscan su protección.


Levanten los ojos a los altos cielos y miren la tierra abajo. Pues los cielos desaparecerán como humo y la tierra se gastará como una prenda de vestir. Los habitantes de la tierra morirán como moscas, pero mi salvación permanece para siempre; mi reinado de justicia nunca tendrá fin.


Pues las montañas podrán moverse y las colinas desaparecer, pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá; mi pacto de bendición nunca será roto —dice el Señor, que tiene misericordia de ti—.


Por nada romperé mi pacto; no retiraré ni una sola palabra que he dicho.


Esta verdad les da la confianza de que tienen la vida eterna, la cual Dios —quien no miente— les prometió antes de que comenzara el mundo.


Ellos dejarán de existir, pero tú permaneces para siempre; se desgastarán como ropa vieja. Tú los cambiarás y los desecharás como si fueran ropa.


Las enseñanzas del Señor son perfectas; reavivan el alma. Los decretos del Señor son confiables; hacen sabio al sencillo.


»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Laodicea. Este es el mensaje de aquel que es el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la nueva creación de Dios:


El cielo fue enrollado como un pergamino, y todas las montañas y las islas fueron movidas de su lugar.


Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. La tierra y el cielo huyeron de su presencia, pero no encontraron ningún lugar donde esconderse.


Arriba, los cielos se esfumarán y desaparecerán como quien enrolla un pergamino. Las estrellas caerán del cielo como caen las hojas marchitas de una vid, o los higos secos de una higuera.


Tu eterna palabra, oh Señor, se mantiene firme en el cielo.


El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.


El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.


»Sin embargo, todas estas cosas le ocurrieron al rey Nabucodonosor.


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