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Mateo 12:28 - Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Sin embargo, si yo expulso a los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes.

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Biblia Reina Valera 1960

28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Pero si el Espíritu de Dios es el que me permite echar a los demonios, entiendan que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Pero, si por el Espíritu de Dios echo Yo fuera los demonios, entonces llegó a vosotros el reino de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Pero si yo expulso los demonios en virtud del Espíritu de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros.

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Mateo 12:28
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sin embargo, si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes.


Se le dio autoridad, honra y soberanía sobre todas las naciones del mundo, para que lo obedecieran los de toda raza, nación y lengua. Su gobierno es eterno, no tendrá fin. Su reino jamás será destruido.


Les digo que a ustedes se les quitará el reino de Dios y se le dará a una nación que producirá el fruto esperado.


Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.


Y saben que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder. Después Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que eran oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado,


Pues el reino de Dios no se trata de lo que comemos o bebemos, sino de llevar una vida de bondad, paz y alegría en el Espíritu Santo.


»Hasta el tiempo de Juan el Bautista, la ley de Moisés y el mensaje de los profetas fueron sus guías; pero ahora se predica la Buena Noticia del reino de Dios, y todos están ansiosos por entrar.


«¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios! —anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!».


»¿Cuál de los dos obedeció al padre? Ellos contestaron: —El primero. Luego Jesús explicó el significado: —Les digo la verdad, los corruptos cobradores de impuestos y las prostitutas entrarán en el reino de Dios antes que ustedes.


Luego los envió para que anunciaran a todos acerca del reino de Dios y sanaran a los enfermos.


Estas señales milagrosas acompañarán a los que creen: expulsarán demonios en mi nombre y hablarán nuevos idiomas.


»Durante los gobiernos de esos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido o conquistado. Aplastará por completo a esos reinos y permanecerá para siempre.


Ya que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos y agrademos a Dios adorándolo con santo temor y reverencia,


“Nos limpiamos de los pies hasta el polvo de su ciudad para mostrar que los abandonamos a su suerte. Y sepan esto: ¡el reino de Dios está cerca!”.


¡Bendiciones al reino que viene, el reino de nuestro antepasado David! ¡Alaben a Dios en el cielo más alto!».


«Miren a mi Siervo, al que he elegido. Él es mi Amado, quien me complace. Pondré mi Espíritu sobre él, y proclamará justicia a las naciones.


Las noticias acerca de él corrieron y llegaron tan lejos como Siria, y pronto la gente comenzó a llevarle a todo el que estuviera enfermo. Y él los sanaba a todos, cualquiera fuera la enfermedad o el dolor que tuvieran, o si estaban poseídos por demonios, o eran epilépticos o paralíticos.


Pues, ¿quién tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes? Solo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa.


Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo.


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