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Marcos 7:28 - Biblia Nueva Traducción Viviente

28 —Es verdad, Señor —respondió ella—, pero hasta a los perros que están debajo de la mesa se les permite comer las sobras del plato de los hijos.

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Biblia Reina Valera 1960

28 Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Pero ella le respondió: 'Señor, los perritos bajo la mesa comen las migajas que dejan caer los hijos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Pero ella respondió diciendo:° Señor, también los perros debajo de la mesa comen de las migajas de los hijos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Ella le contestó; 'Es verdad Señor; pero los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 Y ella respondió y le dijo: Sí, Señor, pero aun los perrillos debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos.

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Marcos 7:28
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No hay diferencia entre los judíos y los gentiles en ese sentido. Ambos tienen al mismo Señor, quien da con generosidad a todos los que lo invocan.


Después de todo, ¿acaso Dios es solo el Dios de los judíos? ¿No es también el Dios de los gentiles? Claro que sí.


¡Que todo el mundo me busque para la salvación!, porque yo soy Dios; no hay otro.


Él dice: «Harás algo más que devolverme al pueblo de Israel. Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra».


Cuando abres tu mano, sacias el hambre y la sed de todo ser viviente.


Aunque soy el menos digno de todo el pueblo de Dios, por su gracia él me concedió el privilegio de contarles a los gentiles acerca de los tesoros inagotables que tienen a disposición por medio de Cristo.


De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual.


—Es verdad, Señor —respondió la mujer—, pero hasta a los perros se les permite comer las sobras que caen bajo la mesa de sus amos.


Jesús le dijo: —Primero debo alimentar a los hijos, a mi propia familia, los judíos. No está bien tomar la comida de los hijos y arrojársela a los perros.


—¡Buena respuesta! —le dijo Jesús—. Ahora vete a tu casa, porque el demonio ha salido de tu hija.


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