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Marcos 5:24 - Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Jesús fue con él, y toda la gente lo siguió, apretujada a su alrededor.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Jesús se fue con Jairo; estaban en medio de un gran gentío, que lo oprimía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y fue con él, y lo seguía una gran multitud, y lo apretujaban.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Jesús se fue con él. Y gran cantidad de pueblo le acompañaba, apretujándolo por todas partes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Y Jesús fue con él, y mucha gente le seguía, y le apretaban.

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Marcos 5:24
12 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sus discípulos le dijeron: «Mira a la multitud que te apretuja por todos lados. ¿Cómo puedes preguntar: “¿Quién me tocó?”?».


Entonces Jesús fue con ellos; pero, justo antes de que llegaran a la casa, el oficial envió a unos amigos a decir: «Señor, no te molestes en venir a mi casa, porque no soy digno de tanto honor.


Cierta vez, Jesús entró en una casa y las multitudes empezaron a juntarse nuevamente. Pronto ni él ni sus discípulos encontraron un momento para comer.


Y saben que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder. Después Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que eran oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


Zaqueo trató de mirar a Jesús pero era de poca estatura y no podía ver por encima de la multitud.


Mientras tanto, las multitudes crecieron hasta que miles de personas se arremolinaban y se atropellaban unas a otras. Jesús primero se dirigió a sus discípulos y les advirtió: «Tengan cuidado con la levadura de los fariseos, es decir, su hipocresía.


«¿Quién me tocó?», preguntó Jesús. Todos negaron, y Pedro dijo: —Maestro, la multitud entera se apretuja contra ti.


Su única hija, que tenía unos doce años, estaba muriendo. Mientras Jesús iba con Jairo, las multitudes lo rodeaban.


y le rogó con fervor: «Mi hijita se está muriendo —dijo—. Por favor, ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva».


Una mujer de la multitud hacía doce años que sufría una hemorragia continua.


Al apretujarse la multitud contra Jesús, él dijo: «Esta generación maligna sigue pidiéndome que le muestre una señal milagrosa, pero la única que le daré será la señal de Jonás.


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