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Marcos 2:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: «Hijo mío, tus pecados son perdonados».

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Biblia Reina Valera 1960

5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Al ver la fe de aquella gente, Jesús dijo al paralítico: 'Hijo, se te perdonan tus pecados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Cuando Jesús vio la fe de aquellos hombres dice al paralítico: 'Hijo, perdonados te quedan tus pecados'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

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Marcos 2:5
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Unos hombres le llevaron a un paralítico en una camilla. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo mío! Tus pecados son perdonados».


Una oración ofrecida con fe sanará al enfermo, y el Señor hará que se recupere; y si ha cometido pecados, será perdonado.


Jesús se dio vuelta, y cuando la vio le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado». Y la mujer quedó sana en ese instante.


Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.


Luego Dios lo puso en el lugar de honor, a su derecha, como Príncipe y Salvador. Lo hizo para que el pueblo de Israel se arrepintiera de sus pecados y fuera perdonado.


pero después, Jesús lo encontró en el templo y le dijo: «Ya estás sano; así que deja de pecar o podría sucederte algo mucho peor».


Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al hombre: «Joven, tus pecados son perdonados».


Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.


Si ustedes perdonan a este hombre, yo también lo perdono. Cuando yo perdono lo que necesita ser perdonado, lo hago con la autoridad de Cristo en beneficio de ustedes,


Esa es la razón por la que muchos de ustedes son débiles y están enfermos y algunos incluso han muerto.


escuchando mientras Pablo predicaba. Pablo lo miró fijamente y se dio cuenta de que el hombre tenía fe para ser sanado.


Cuando él llegó y vio las pruebas de la bendición de Dios, se llenó de alegría y alentó a los creyentes a que permanecieran fieles al Señor.


No hacía falta que nadie le dijera sobre la naturaleza humana, pues él sabía lo que había en el corazón de cada persona.


«Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz».


Y él le dijo: «Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz. Se acabó tu sufrimiento».


Cuando vea todo lo que se logró mediante su angustia, quedará satisfecho. Y a causa de lo que sufrió, mi siervo justo hará posible que muchos sean contados entre los justos, porque él cargará con todos los pecados de ellos.


Sí, esta angustia ha sido buena para mí, porque me has rescatado de la muerte y has perdonado todos mis pecados.


Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades.


—¡No pongas tu mano sobre el muchacho! —dijo el ángel—. No le hagas ningún daño, porque ahora sé que de verdad temes a Dios. No me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo.


¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados son perdonados” o “Ponte de pie y camina”?


Algunos de los maestros de la ley religiosa que estaban allí sentados pensaron:


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