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Marcos 14:62 - Biblia Nueva Traducción Viviente

62 Jesús dijo: —Yo Soy. Y ustedes verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

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Biblia Reina Valera 1960

62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

62 Jesús respondió: 'Yo soy, y un día verán al Hijo del Hombre sentado a la derecha de Dios poderoso y viniendo en medio de las nubes del cielo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

62 Jesús respondió: Yo soy. Y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder° y viniendo en las nubes del cielo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

62 Jesús respondió: 'Sí, lo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y viniendo en las nubes del cielo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder, y viniendo en las nubes del cielo.

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Marcos 14:62
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El Señor le dijo a mi Señor: «Siéntate en el lugar de honor a mi derecha, hasta que humille a tus enemigos y los ponga por debajo de tus pies».


El Hijo irradia la gloria de Dios y expresa el carácter mismo de Dios, y sostiene todo con el gran poder de su palabra. Después de habernos limpiado de nuestros pecados, se sentó en el lugar de honor, a la derecha del majestuoso Dios en el cielo.


Entonces todos verán al Hijo del Hombre venir en las nubes con gran poder y gloria.


Y entonces, por fin, aparecerá en los cielos la señal de que el Hijo del Hombre viene, y habrá un profundo lamento entre todos los pueblos de la tierra. Verán al Hijo del Hombre venir en las nubes del cielo con poder y gran gloria.


Jesús respondió: —Tú lo has dicho; y en el futuro verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.


Sin embargo, desde ahora, el Hijo del Hombre estará sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios.


¡Miren! Él viene en las nubes del cielo. Y todos lo verán, incluso aquellos que lo traspasaron. Y todas las naciones del mundo se lamentarán por él. ¡Sí! ¡Amén!


Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.


Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con ellos, fue levantado al cielo y se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios.


Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. La tierra y el cielo huyeron de su presencia, pero no encontraron ningún lugar donde esconderse.


El punto principal es el siguiente: tenemos un Sumo Sacerdote quien se sentó en el lugar de honor, a la derecha del trono del Dios majestuoso en el cielo.


Pero este es el nuevo pacto que haré con el pueblo de Israel en ese día, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.


Entonces Pilato le preguntó: —¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús contestó: —Tú lo has dicho.


Pilato le preguntó a Jesús: —¿Eres tú el rey de los judíos? —Tú lo has dicho —contestó Jesús.


Jesús se encontraba frente a Pilato, el gobernador romano. —¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó el gobernador. —Tú lo has dicho —contestó Jesús.


Pues no estábamos inventando cuentos ingeniosos cuando les hablamos de la poderosa venida de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros vimos su majestuoso esplendor con nuestros propios ojos


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