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Marcos 12:2 - Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Llegado el tiempo de la cosecha de la uva, envió a uno de sus siervos para recoger su parte de la cosecha;

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que recibiese de estos del fruto de la viña.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 A su debido tiempo envió a un sirviente para pedir a los viñadores la parte de los frutos que le correspondían.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y a su tiempo, envió a los labradores un siervo para recibir de los labradores su parte en los frutos de la viña,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 A su tiempo envió un criado a los viñadores, para percibir de ellos los frutos de la viña que le correspondían.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y al tiempo envió un siervo a los labradores, para que recibiese de los labradores del fruto de su viña.

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Marcos 12:2
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas.


Llegado el tiempo de la cosecha de la uva, envió a uno de sus siervos para recoger su parte de la cosecha; pero los agricultores atacaron al siervo, le dieron una paliza y lo mandaron de regreso con las manos vacías.


Pero alguien que no lo sabe y hace algo malo, será castigado levemente. Alguien a quien se le ha dado mucho, mucho se le pedirá a cambio; y alguien a quien se le ha confiado mucho, aún más se le exigirá.


Llegado el tiempo de la cosecha de la uva, envió a sus siervos para recoger su parte de la cosecha.


¿No es este el mismo mensaje del Señor que los profetas proclamaron en años anteriores cuando Jerusalén y los pueblos de Judá estaban llenos de gente y el Neguev y las colinas de Judá estaban bien poblados?”».


¡Miserable de mí! Me siento como el recolector de fruta que después de cosechar no encuentra nada que comer. No encuentro ni un racimo de uvas ni uno de los primeros higos para saciar mi hambre.


»Una y otra vez envié a mis siervos, los profetas, para rogarles: “No hagan estas cosas horribles que tanto detesto”,


Vez tras vez les envié profetas que decían: ‘Apártense de su conducta perversa y comiencen a hacer lo que es correcto. Dejen de rendir culto a otros dioses para que vivan en paz aquí en la tierra que les di a ustedes y a sus antepasados’; pero ustedes no querían escucharme ni obedecerme.


Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen.


Tus siervos, los profetas, nos advirtieron cuando dijeron: “La tierra en la que están a punto de entrar y poseer está totalmente contaminada por las prácticas detestables de los pueblos que la habitan. De un extremo al otro, la tierra está llena de corrupción.


Repetidas veces el Señor, Dios de sus antepasados, envió a sus profetas para advertirles, porque tenía compasión de su pueblo y de su templo.


Una y otra vez el Señor envió a sus profetas y videntes para dar a Israel y a Judá la siguiente advertencia: «Apártense de sus malos caminos. Obedezcan mis mandatos y decretos, es decir, toda la ley que les ordené a sus antepasados que obedecieran y que les di a ustedes a través de mis siervos, los profetas».


Después Jesús comenzó a enseñarles con historias: «Un hombre plantó un viñedo. Lo cercó con un muro, cavó un hoyo para extraer el jugo de las uvas y construyó una torre de vigilancia. Luego les alquiló el viñedo a unos agricultores arrendatarios y se mudó a otro país.


pero los agricultores agarraron al siervo, le dieron una paliza y lo mandaron de regreso con las manos vacías.


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