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Malaquías 3:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 «Yo soy el Señor y no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, aún no han sido destruidos.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Porque yo, Yavé, en nada he cambiado; igual que ustedes, hijos de Jacob que todavía no terminan...

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Porque Yo, YHVH, no cambio. Por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Yo, Yahveh, no he cambiado; pero vosotros, hijos de Jacob, no cesáis de cambiar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Porque yo soy Jehová, yo no cambio; por eso vosotros, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.

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Malaquías 3:6
36 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?


Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.


Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento.


«Yo soy el Señor, Dios de todos los pueblos del mundo. ¿Hay algo demasiado difícil para mí?


Y aquel que es la Gloria de Israel, no mentirá ni cambiará de parecer porque no es humano para que cambie de parecer.


Así que Dios ha hecho ambas cosas: la promesa y el juramento. Estas dos cosas no pueden cambiar, porque es imposible que Dios mienta. Por lo tanto, los que hemos acudido a él en busca de refugio podemos estar bien confiados aferrándonos a la esperanza que está delante de nosotros.


«Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin —dice el Señor Dios—. Yo soy el que es, que siempre era y que aún está por venir, el Todopoderoso».


Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin».


Esto dice el Señor, el Rey y Redentor de Israel, el Señor de los Ejércitos Celestiales: «Yo soy el Primero y el Último; no hay otro Dios.


Pero el amor del Señor permanece para siempre con los que le temen. ¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos


Ellos dejarán de existir, pero tú permaneces para siempre; se desgastarán como ropa vieja. Tú los cambiarás y los desecharás como si fueran ropa.


Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.


Pues yo te sostengo de tu mano derecha: yo, el Señor tu Dios. Y te digo: “No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.


No, no desataré mi ira feroz. No destruiré por completo a Israel, ya que no soy un simple mortal, soy Dios. Yo soy el Santo que vive entre ustedes y no vendré a destruir.


Le dieron la espalda y fueron tan infieles como sus padres; eran tan poco fiables como un arco torcido.


Sin embargo, él tuvo misericordia y perdonó sus pecados, y no los destruyó a todos. Muchas veces contuvo su enojo y no desató su furia.


Entonces el Señor le dijo: —Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los caldeos para darte esta tierra como posesión.


Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo.


—El Señor dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que


Entonces el Señor hizo un pacto con Abram aquel día y dijo: «Yo he entregado esta tierra a tus descendientes, desde la frontera de Egipto hasta el gran río Éufrates,


Pero tú siempre eres el mismo; tú vivirás para siempre.


»Ordeno que en mi reino toda persona tiemble con temor delante del Dios de Daniel. Pues él es el Dios viviente, y permanecerá para siempre. Su reino jamás será destruido, y su dominio nunca tendrá fin.


Oh Señor mi Dios, Santo mío, tú que eres eterno, ¡no puede ser que estés planeando acabar con nosotros! Oh Señor, nuestra Roca, tú has enviado a los babilonios para corregirnos y castigarnos por nuestros muchos pecados.


Los hijos de tu pueblo vivirán seguros; los hijos de sus hijos prosperarán en tu presencia».


Yo seré su Dios durante toda su vida, hasta que tengan canas por la edad. Yo los hice y cuidaré de ustedes; yo los sostendré y los salvaré.


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