Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Malaquías 1:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 El Señor de los Ejércitos Celestiales dice a los sacerdotes: «Un hijo honra a su padre y un sirviente respeta a su señor. Si yo soy su padre y su señor, ¿dónde están el honor y el respeto que merezco? ¡Ustedes han tratado mi nombre con desprecio! »No obstante, preguntan: “¿De qué manera hemos tratado tu nombre con desprecio?”.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 El hijo honra a su padre; el servidor respeta a su patrón. Pero si yo soy padre, ¿dónde está la honra que se me debe? O si yo soy su patrón, ¿dónde el respeto a mi persona? Esto es lo que Yavé de los Ejércitos quiere saber de ustedes, sacerdotes que desprecian su Nombre. Ustedes dirán: '¿En qué hemos menospreciado tu Nombre?'

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, Yo soy Padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy Señor, ¿dónde está el temor que se me debe? dice YHVH Sebaot a vosotros, oh sacerdotes que despreciáis mi Nombre. Y decís: ¿En qué hemos despreciado tu Nombre?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honor? Y si yo soy señor, ¿dónde está mi temor? Yahveh Sebaot os habla, sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Vosotros decís: '¿En qué menospreciamos tu nombre?'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo Padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy Señor, ¿dónde está mi temor?, dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Malaquías 1:6
52 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»Así que, ¿por qué siguen llamándome “¡Señor, Señor!” cuando no hacen lo que digo?


¡Escuchen, oh cielos! ¡Presta atención, oh tierra! Esto dice el Señor: «Los hijos que crie y cuidé se han rebelado contra mí.


»Honra a tu padre y a tu madre. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da.


Recuerden que el Padre celestial, a quien ustedes oran, no tiene favoritos. Él los juzgará o los recompensará según lo que hagan. Así que tienen que vivir con un reverente temor de él durante su estadía aquí como «residentes temporales».


Israel se jacta: «¡Yo soy rico! ¡Sin ayuda de nadie hice una fortuna! ¡Nadie me ha descubierto haciendo trampas! ¡Mi historial es impecable!».


Y a pesar de todo, oh Señor, eres nuestro Padre; nosotros somos el barro y tú, el alfarero. Todos somos formados por tu mano.


«Honra a tu padre y a tu madre». Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa:


El ojo que se burla de su padre y desprecia las instrucciones de su madre será arrancado por los cuervos del valle y devorado por los buitres.


»No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.


Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre.


Algunas personas maldicen a su padre y no son agradecidas con su madre.


»Honra a tu padre y a tu madre tal como el Señor tu Dios te lo ordenó. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da.


»Cada uno de ustedes tenga gran respeto por su madre y su padre, y siempre guarde mis días de descanso. Yo soy el Señor su Dios.


pero para contestar a tu pregunta, tú conoces los mandamientos: “No cometas asesinato; no cometas adulterio; no robes; no des falso testimonio; no estafes a nadie; honra a tu padre y a tu madre”.


honra a tu padre y a tu madre; ama a tu prójimo como a ti mismo”.


Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. Así como ustedes, sacerdotes, se niegan a conocerme, yo me niego a reconocerlos como mis sacerdotes. Ya que olvidaron las leyes de su Dios, me olvidaré de bendecir a sus hijos.


Tus sacerdotes desobedecieron mis enseñanzas y profanaron mis objetos santos. No hacen ninguna diferencia entre lo que es santo y lo que no es, tampoco enseñan a mi pueblo la diferencia entre lo que es ceremonialmente puro e impuro. Desprecian mis días de descanso, de modo que soy deshonrado entre ellos.


«Aun los sacerdotes y los profetas son hombres malvados que no tienen a Dios. He visto sus hechos despreciables aquí mismo en mi propio templo —dice el Señor—.


De esta manera, ustedes afirman que no hay necesidad de honrar a los padres; y entonces anulan la palabra de Dios por el bien de su propia tradición.


No obstante, ustedes, sacerdotes, han abandonado los caminos de Dios. Sus instrucciones hicieron que muchos cayeran en pecado. Corrompieron el pacto que hice con los levitas —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—.


El hombre quería justificar sus acciones, entonces le preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?


Deben ser compasivos, así como su Padre es compasivo.


Por ejemplo, Moisés les dio la siguiente ley de Dios: “Honra a tu padre y a tu madre” y “Cualquiera que hable irrespetuosamente de su padre o de su madre tendrá que morir”.


Por sus rostros correrán lágrimas de alegría, y con mucho cuidado los guiaré a casa. Caminarán junto a arroyos quietos y por caminos llanos donde no tropezarán. Pues soy el padre de Israel, y Efraín es mi hijo mayor.


pero para contestar a tu pregunta, tú conoces los mandamientos: “No cometas adulterio; no cometas asesinato; no robes; no des falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre”.


Por ejemplo, Dios dice: “Honra a tu padre y a tu madre” y “Cualquiera que hable irrespetuosamente de su padre o de su madre tendrá que morir”.


»Escuchen esto, ustedes sacerdotes. Presten atención, líderes de Israel. Escuchen, miembros de la familia real. Se ha pronunciado sentencia contra ustedes porque han llevado al pueblo a una trampa al rendirles culto a ídolos en Mizpa y en Tabor.


También vieron cómo el Señor su Dios los cuidó todo el tiempo que anduvieron por el desierto, igual que un padre cuida de sus hijos; y ahora los trajo hasta este lugar”.


Seguimos buscando la misericordia del Señor nuestro Dios, así como los sirvientes fijan los ojos en su amo y la esclava observa a su ama, atenta al más mínimo gesto.


Los nietos son la corona de gloria de los ancianos; los padres son el orgullo de sus hijos.


No me has traído ovejas ni cabras para ofrendas quemadas. No me has honrado con sacrificios, aun cuando no te he agobiado ni fatigado con exigencias de ofrendas de granos y de incienso.


Aun así me dices: “Padre, tú has sido mi guía desde mi juventud.


Los descendientes de Jonadab, hijo de Recab, han obedecido a su antepasado en todo, pero ustedes rehusaron escucharme”.


Sus profetas son mentirosos y arrogantes, en busca de su propia ganancia. Sus sacerdotes profanan el templo al desobedecer las instrucciones de Dios.


»Escuchen, ustedes sacerdotes, ¡este mandato es para ustedes!


¿No somos hijos del mismo Padre? ¿No fuimos creados por el mismo Dios? Entonces, ¿por qué nos traicionamos unos a otros, violando el pacto de nuestros antepasados?


¿Es así como le pagas al Señor, pueblo necio y sin entendimiento? ¿No es él tu Padre, quien te creó? ¿Acaso no te formó y te estableció?


¡Qué terrible sería si un recién nacido le dijera a su padre: “¿Por qué nací?”, o le dijera a su madre: “¿Por qué me hiciste así?”!».


Sin embargo, nadie invoca tu nombre ni te ruega misericordia. Por eso tú te apartaste de nosotros y nos entregaste a nuestros pecados.


»En ese día, yo los pondré a juicio. Estoy ansioso por dar testimonio contra todos los hechiceros, los adúlteros y los mentirosos. Declararé en contra de los que estafan a sus empleados con sus sueldos, de los que oprimen a viudas y huérfanos o privan de justicia a los extranjeros que viven entre ustedes, porque gente que hace estas cosas no me teme», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម