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Lucas 9:47 - Biblia Nueva Traducción Viviente

47 Pero Jesús conocía lo que ellos pensaban, así que trajo a un niño y lo puso a su lado.

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Biblia Reina Valera 1960

47 Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

47 Jesús, que conocía sus pensamientos, tomó a un niño, lo puso a su lado

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La Biblia Textual 3a Edicion

47 Pero Jesús, que conocía el razonamiento del corazón de ellos, tomó a un niño y lo puso junto a sí mismo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

47 Jesús, penetrando los pensamientos de su corazón, tomó a un niño, lo puso junto a sí

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

47 Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño, y lo puso junto a sí,

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Lucas 9:47
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ahora entendemos que sabes todas las cosas y que no es necesario que nadie te pregunte nada. Por eso creemos que viniste de Dios.


Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan.


Heriré de muerte a sus hijos. Entonces todas las iglesias sabrán que yo soy el que examina los pensamientos y las intenciones de cada persona. Y le daré a cada uno de ustedes lo que se merezca.


No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas.


Jesús supo lo que pensaban, así que les preguntó: «¿Por qué cuestionan eso en su corazón?


Jesús sabía lo que ellos estaban pensando, así que les preguntó: «¿Por qué tienen pensamientos tan malvados en el corazón?


Pero yo, el Señor, investigo todos los corazones y examino las intenciones secretas. A todos les doy la debida recompensa, según lo merecen sus acciones».


Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; conoces mis pensamientos, aun cuando me encuentro lejos.


Amados hermanos, no sean infantiles en su comprensión de estas cosas. Sean inocentes como bebés en cuanto a la maldad pero maduros en la comprensión de asuntos como estos.


Le preguntó por tercera vez: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que Jesús le dijera la tercera vez: «¿Me quieres?». Le contestó: —Señor, tú sabes todo. Tú sabes que yo te quiero. Jesús dijo: —Entonces, alimenta a mis ovejas.


No hacía falta que nadie le dijera sobre la naturaleza humana, pues él sabía lo que había en el corazón de cada persona.


Pero Jesús sabía lo que ellos tenían en mente. Entonces salió de esa región, y mucha gente lo siguió. Sanó a todos los enfermos de esa multitud,


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