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Lucas 6:35 - Biblia Nueva Traducción Viviente

35 »¡Amen a sus enemigos! Háganles bien. Presten sin esperar nada a cambio. Entonces su recompensa del cielo será grande, y se estarán comportando verdaderamente como hijos del Altísimo, pues él es bondadoso con los que son desagradecidos y perversos.

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Biblia Reina Valera 1960

35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, que es bueno con los ingratos y los pecadores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 Más bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y dad prestado no esperando nada, y vuestro galardón será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bondadoso hacia los ingratos y malvados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 Vosotros, en cambio, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada. Entonces será grande vuestra recompensa, y seréis hijos del Altísimo, que es bueno aun con los desagradecidos y malvados.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es benigno para con los ingratos y malos.

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Lucas 6:35
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos».


Si ayudas al pobre, le prestas al Señor, ¡y él te lo pagará!


El Señor es bueno con todos; desborda compasión sobre toda su creación.


Benditos son los generosos, porque alimentan a los pobres.


Ustedes conocen la gracia generosa de nuestro Señor Jesucristo. Aunque era rico, por amor a ustedes se hizo pobre para que mediante su pobreza pudiera hacerlos ricos.


Les va bien a los que prestan dinero con generosidad y manejan sus negocios equitativamente.


Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.


Los justos siempre prestan con generosidad y sus hijos son una bendición.


pero nunca las dejó sin pruebas de sí mismo y de su bondad. Por ejemplo, les envía lluvia y buenas cosechas, y les da alimento y corazones alegres».


Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David.


Dando un alarido, gritó: «¿Por qué te entrometes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡En el nombre de Dios, te suplico que no me tortures!».


Entonces, por fin, todos dirán: «Es verdad que hay recompensa para los que viven para Dios; es cierto que existe un Dios que juzga con justicia aquí en la tierra».


Dios bendice a los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios.


Deben ser compasivos, así como su Padre es compasivo.


Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a sus padres y malagradecidos. No considerarán nada sagrado.


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