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Lucas 24:45 - Biblia Nueva Traducción Viviente

45 Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras,

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Biblia Reina Valera 1960

45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

45 Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

45 Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

45 Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;

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Lucas 24:45
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Una de ellas era Lidia, de la ciudad de Tiatira, una comerciante de tela púrpura muy costosa, quien adoraba a Dios. Mientras nos escuchaba, el Señor abrió su corazón y aceptó lo que Pablo decía.


Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero. Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna.


Abre mis ojos, para que vea las verdades maravillosas que hay en tus enseñanzas.


para que les abras los ojos, a fin de que pasen de la oscuridad a la luz, y del poder de Satanás a Dios. Entonces recibirán el perdón de sus pecados y se les dará un lugar entre el pueblo de Dios, el cual es apartado por la fe en mí”.


porque la luz hace todo visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes; levántate de los muertos, y Cristo te dará luz».


Entonces se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?».


Entonces el Señor le preguntó: —¿Quién forma la boca de una persona? ¿Quién decide que una persona hable o no hable, que oiga o no oiga, que vea o no vea? ¿Acaso no soy yo, el Señor?


Susurra a sus oídos y las aterroriza con advertencias.


»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Filadelfia. Este es el mensaje de aquel que es santo y verdadero, el que tiene la llave de David. Lo que él abre, nadie puede cerrar; y lo que él cierra, nadie puede abrir:


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