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Lucas 1:42 - Biblia Nueva Traducción Viviente

42 Elisabet dio un grito de alegría y le exclamó a María: —Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y tu hijo es bendito.

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Biblia Reina Valera 1960

42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

42 y exclamó en alta voz: '¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

42 Y exclamó a gran voz, y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

42 y exclamó a voz en grito: '¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.

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Lucas 1:42
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

«¡Bendiciones al Rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en el cielo más alto!».


»La más bendita entre las mujeres es Jael, la esposa de Heber, el ceneo. Bendita sea más que todas las mujeres que viven en carpas.


Gabriel se le apareció y dijo: «¡Saludos, mujer favorecida! ¡El Señor está contigo!».


y mediante tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas. Todo eso, porque me has obedecido.


Pues se fijó en su humilde sierva, y de ahora en adelante todas las generaciones me llamarán bendita.


Lo has dotado de bendiciones eternas y le has dado la alegría de tu presencia.


Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.


Abraham, Isaac y Jacob son los antepasados de los israelitas, y Cristo mismo era israelita en cuanto a su naturaleza humana. Y él es Dios, el que reina sobre todas las cosas, ¡y es digno de eterna alabanza! Amén.


Eres el más apuesto de todos; de tus labios se desprenden palabras amables. Dios mismo te ha bendecido para siempre.


Al escuchar el saludo de María, el bebé de Elisabet saltó en su vientre y Elisabet se llenó del Espíritu Santo.


¿Por qué tengo este honor, que la madre de mi Señor venga a visitarme?


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