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Lamentaciones 2:8 - Biblia Nueva Traducción Viviente

8 El Señor decidió destruir las murallas de la bella Jerusalén. Hizo cuidadosos planes para su destrucción, después los llevó a cabo. Por eso, los terraplenes y las murallas cayeron ante él.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Jehová determinó destruir el muro de la hija de Sion; Extendió el cordel, no retrajo su mano de la destrucción; Hizo, pues, que se lamentara el antemuro y el muro; fueron desolados juntamente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Yavé resolvió destruir la muralla de la Hija de Sión. Decidió la destrucción y no retiró su mano antes que se cumpliera; quiso acabar con el antemural y la muralla, que juntos se desmoronaron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 j YHVH se propuso destruir los muros de la capital de Sión: Ha extendido su cordel, su mano no se retrajo de destruir; Puso en duelo el muro y antemuro y a una desfallecieron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Jet. Yahveh decidió derribar la muralla de la hija de Sión; tendió la cuerda y no retiró su mano hasta destruirlo todo; antemuro y muralla hizo gemir, y a una se derrumbaron.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Jehová determinó destruir el muro de la hija de Sión; Extendió el cordel, no retrajo su mano de destruir: Hizo, pues, que se lamentara el antemuro y el muro; languidecen juntos.

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Lamentaciones 2:8
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Juzgaré a Israel con el mismo criterio que usé para juzgar a Samaria y con la misma medida que usé con la familia de Acab. Barreré por completo a la gente de Jerusalén como cuando uno limpia un plato y lo pone boca abajo.


«Judá desfallece; el comercio a las puertas de la ciudad se estanca. Todo el pueblo se sienta en el suelo porque está de luto, y surge un gran clamor de Jerusalén.


Será frecuentada por el búho del desierto y la lechuza blanca, el búho grande y el cuervo. Pues Dios medirá esa tierra con cuidado; la medirá para el caos y la destrucción.


Las puertas de Sion llorarán y se lamentarán. La ciudad será como una mujer violada, acurrucada en el suelo.


»Vayan por las hileras de los viñedos y destruyan las vides, pero dejen algunas con vida. Arranquen los sarmientos de las vides, porque esta gente no pertenece al Señor.


No obstante, quité mi juicio contra ellos a fin de proteger el honor de mi nombre ante las naciones que habían visto mi poder cuando los saqué de Egipto;


Sin embargo, es el Señor quien hizo exactamente lo que se había propuesto; cumplió las promesas de calamidad que hizo hace mucho tiempo. Destruyó a Jerusalén sin misericordia; hizo que sus enemigos se regodearan ante ella y sobre ella les dio poder.


Así es, el Señor venció a Israel como lo hace un enemigo. Destruyó sus palacios y demolió sus fortalezas. Causó dolor y llanto interminable sobre la bella Jerusalén.


El Señor ha destruido sin misericordia todas las casas en Israel. En su enojo derribó las murallas protectoras de la bella Jerusalén. Las derrumbó hasta el suelo y deshonró al reino y a sus gobernantes.


Los probaré con la cuerda de medir de la justicia y con la plomada de la rectitud. Puesto que su refugio está construido de mentiras, un granizo lo echará abajo. Puesto que está hecho de engaños, una inundación lo arrasará.


Déjenme decirles ahora lo que haré con mi viña: echaré abajo sus cercos y dejaré que se destruya. Derrumbaré sus muros y dejaré que los animales la pisoteen.


quítame de encima tu mano dura y no me atemorices con tu temible presencia.


David también conquistó la tierra de Moab. Hizo que la gente se acostara en el suelo en una fila y con una soga los midió y los separó por grupos. Ejecutó dos grupos por cada grupo que dejó con vida. Los moabitas a quienes se les perdonó la vida, se convirtieron en súbditos de David y tuvieron que pagarle tributo.


¡Lloren a viva voz delante del Señor, oh murallas de la bella Jerusalén! Que sus lágrimas corran como un río, de día y de noche. No se den descanso; no les den alivio a sus ojos.


¡Oh, qué día de derrota tan aplastante! ¡Qué día de confusión y de terror enviado por el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, sobre el valle de la Visión! Las murallas de Jerusalén han sido derribadas y gritos de muerte resuenan desde las laderas de los montes.


Quemó por completo el templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes de la ciudad.


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