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Lamentaciones 2:14 - Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Tus profetas han declarado tantas tonterías; son falsas hasta la médula. No te salvaron del destierro exponiendo a la luz tus pecados. Más bien, te pintaron cuadros engañosos y te llenaron de falsas esperanzas.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; Y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, Sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Tus profetas anunciaron para ti falsedad y tonterías. No te descubrieron tu culpa para ahorrarte el cautiverio. Tuvieron para ti presagios de falsedad y de ilusión.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 n Tus videntes te ofrecieron visiones falsas y engañosas, No descubrieron tu iniquidad para impedir° tu cautiverio, Antes, te anunciaron oráculos° vanos y seductores.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Nun. Tus profetas tuvieron para ti visiones engañosas y necias. No te descubrieron tu pecado, de modo que cambiara tu suerte; te hicieron vaticinios falaces e ilusorios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.

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Lamentaciones 2:14
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y tus profetas los encubren dando falsas visiones y predicciones mentirosas. Dicen: ‘Mi mensaje proviene del Señor Soberano’, cuando en realidad el Señor no les ha dicho ni una sola palabra.


los profetas dan profecías falsas, y los sacerdotes gobiernan con mano de hierro. Peor todavía, ¡a mi pueblo le encanta que sea así! Ahora bien, ¿qué harán ustedes cuando todo esto llegue a su fin?


«Grita con la voz de un toque de trompeta. ¡Grita fuerte! No seas tímido. ¡Háblale a mi pueblo Israel de sus pecados!


Tus príncipes traman conspiraciones tal como los leones que acechan su presa. Devoran a los inocentes apoderándose de sus tesoros y quitándoles su riqueza mediante la extorsión; y dejan viudas a muchas mujeres del país.


Los sacerdotes no preguntaron: “¿Dónde está el Señor?”. Aquellos que enseñaron mi palabra me ignoraron, los gobernantes se volvieron en mi contra, y los profetas hablaron en nombre de Baal, perdiendo su tiempo con ídolos inútiles.


Sus profetas son mentirosos y arrogantes, en busca de su propia ganancia. Sus sacerdotes profanan el templo al desobedecer las instrucciones de Dios.


Supongamos que un profeta lleno de mentiras les dice: «¡Les predicaré las delicias del vino y del alcohol!». ¡Esa es la clase de profeta que a ustedes les gustaría!


Con sus mentiras desalentaron a los justos, pero yo no quería que estuvieran tristes; ustedes alentaron a los perversos al prometerles vida, aunque ellos continuaran pecando.


¿Ahora dónde están tus profetas que te dijeron que el rey de Babilonia no te atacaría a ti ni a esta tierra?


Entonces el profeta Jeremías le dijo a Hananías: «¡Escucha, Hananías! El Señor no te ha enviado, pero el pueblo cree tus mentiras.


Ya dejen de usar esta frase: “Una profecía del Señor”. La gente la usa para darle importancia a sus propias ideas, tergiversando las palabras de nuestro Dios, el Dios viviente, el Señor de los Ejércitos Celestiales.


Si hubieran estado en mi presencia y me hubieran escuchado, habrían hablado mis palabras y habrían hecho que mi pueblo se apartara de sus malos caminos y sus malas acciones.


En cuanto a ti, Pasur, tú y todos los de tu casa irán cautivos a Babilonia. Allí morirán y serán enterrados, tú y todos tus amigos, a quienes profetizaste que todo iría bien”».


Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel, acerca de los profetas que tienen —Acab, hijo de Colaías y Sedequías, hijo de Maaseías— que les dicen mentiras en mi nombre: “Yo los entregaré a Nabucodonosor para que los ejecute delante de sus ojos.


No obstante, ocurrió a causa de los pecados de sus profetas y de los pecados de sus sacerdotes, que profanaron la ciudad al derramar sangre inocente.


El Señor me dijo: «Hijo de hombre, debes acusar a Aholá y Aholibá de todos sus pecados detestables.


Ha llegado la hora del castigo de Israel; ha llegado el día del pago merecido. Pronto Israel se dará perfecta cuenta de esto. A causa de tu gran pecado y hostilidad dices: «¡Los profetas están locos y los hombres inspirados son necios!».


Yo, en cambio, estoy lleno de poder, lleno del Espíritu del Señor. Estoy lleno de justicia y de fuerza para denunciar con valentía el pecado y la rebelión de Israel.


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