24 Gedeón también envió mensajeros por toda la zona montañosa de Efraín que decían: «Desciendan para atacar a los madianitas. Frénenlos antes de que lleguen a los vados del río Jordán en Bet-bara». Así que los hombres de Efraín hicieron lo que se les dijo.
24 Gedeón también envió mensajeros por todo el monte de Efraín, diciendo: Descended al encuentro de los madianitas, y tomad los vados de Bet-bara y del Jordán antes que ellos lleguen. Y juntos todos los hombres de Efraín, tomaron los vados de Bet-bara y del Jordán.
24 Gedeón mandó entonces mensajeros por toda la montaña de Efraín: 'Bajen al encuentro de los madianitas, y antes que lleguen ocupen los vados hasta Bet-Bará a lo largo del Jordán'.
24 Luego Gedeón envió mensajeros por toda la serranía de Efraín, diciendo: ¡Bajad al encuentro de los madianitas y tomad antes que ellos las aguas hasta Betbara y el Jordán! Y todos los hombres de Efraín se reunieron y tomaron las aguas hasta Bet-bara y también el Jordán.
24 Gedeón despachó mensajeros por toda la montaña de Efraín, con esta consigna: 'Bajad al encuentro de Madián y ocupad antes que ellos los vados hasta Bet Bará y el Jordán'. Todos los hombres de Efraín se reunieron y ocuparon los vados hasta Bet Bará y el Jordán.
24 Gedeón también envió mensajeros a todo el monte de Efraín, diciendo: Descended al encuentro de los madianitas, y tomadles las aguas hasta Bet-bara y el Jordán. Y juntos todos los hombres de Efraín, tomaron las aguas de Bet-bara y el Jordán.
Sobre todo, deben vivir como ciudadanos del cielo, comportándose de un modo digno de la Buena Noticia acerca de Cristo. Entonces, sea que vuelva a verlos o solamente tenga noticias de ustedes, sabré que están firmes y unidos en un mismo espíritu y propósito, luchando juntos por la fe, es decir, la Buena Noticia.
Mis amados hermanos, les pido encarecidamente en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que se unan a mi lucha orando a Dios por mí. Háganlo por el amor que me tienen, ese amor que el Espíritu Santo les ha dado.
Jefté tomó control de los vados del río Jordán y cada vez que un fugitivo de Efraín trataba de cruzar para volver a su tierra, los hombres de Galaad lo desafiaban preguntándole: «¿Eres miembro de la tribu de Efraín?». Si decía el hombre: «No, no lo soy»,
Dios les dio a ustedes la victoria sobre Oreb y Zeeb, los comandantes del ejército madianita. ¿Qué he logrado yo en comparación con eso? Cuando los hombres de Efraín oyeron la respuesta de Gedeón, se calmó su enojo.