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Jueces 5:28 - Biblia Nueva Traducción Viviente

28 »Por la ventana se asomó la madre de Sísara. Desde la ventana esperaba su regreso mientras decía: “¿Por qué tarda tanto en llegar su carro? ¿Por qué no oímos el sonido de las ruedas del carro?”.

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Biblia Reina Valera 1960

28 La madre de Sísara se asoma a la ventana, Y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué las ruedas de sus carros se detienen?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 La madre de Sísera se asoma a la ventana, observa a través de la celosía: '¿Por qué, dice, tarda tanto en volver su carro? ¡Qué lentos son sus carros para volver!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 La madre de Sísara se asoma a la ventana, Y clama por entre las celosías: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué se han detenido las ruedas de sus carruajes?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 A la ventana se asoma y atisba, tras las celosías, la madre de Sísara: ¿Por qué su carro tarda en llegar? ¿Por qué se retrasan sus carros de combate?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 La madre de Sísara se asoma a la ventana, y por entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro en venir? ¿Por qué se demoran las ruedas de sus carros?

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Jueces 5:28
8 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Amados hermanos, tengan paciencia mientras esperan el regreso del Señor. Piensen en los agricultores, que con paciencia esperan las lluvias en el otoño y la primavera. Con ansias esperan a que maduren los preciosos cultivos.


¡Ven conmigo, mi amor! Sé como una gacela, o como un venado joven sobre los montes de especias.


Mi amante es como una gacela veloz o un venado joven. ¡Miren! Allí está, detrás del muro, asomándose por la ventana, mirando dentro de la habitación.


Mientras estaba junto a la ventana de mi casa, mirando a través de la cortina,


Cierto día Ocozías, el nuevo rey de Israel, se cayó por la reja de la ventana de una habitación en el piso superior de su palacio en Samaria y quedó gravemente herido. Entonces envió mensajeros al templo de Baal-zebub, dios de Ecrón, para que consultaran si iba a recuperarse.


Cuando Barac atacó, el Señor llenó de pánico a Sísara y a todos sus carros de guerra y a sus guerreros. Sísara saltó de su carro de guerra y escapó a pie.


Él se desplomó, cayó, quedó inmóvil, tendido a sus pies; y allí donde cayó, quedó muerto.


»Sus sabias mujeres le responden, y ella se repite estas palabras a sí misma:


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