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Jueces 2:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Después de que murieron todos los de esa generación, creció otra que no conocía al Señor ni recordaba las cosas poderosas que él había hecho por Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Cuando esa generación a su vez fue a reunirse con sus padres, le siguió otra generación que no conocía a Yavé ni sabía lo que éste había hecho por Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Pero después de ellos se levantó otra generación que no conocía° a YHVH, ni las obras que Él había hecho por Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Cuando toda esta generación fue a reunirse con sus padres, surgió después otra que no conocía a Yahveh, ni sus obras en favor de Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y toda aquella generación fue también recogida con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación, que no conocía a Jehová, ni la obra que Él había hecho por Israel.

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Jueces 2:10
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ahora bien, los hijos de Elí eran unos sinvergüenzas que no le tenían respeto al Señor


—¿Ah sí? —replicó el faraón—. ¿Y quién es ese Señor? ¿Por qué tendría que escucharlo y dejar ir a Israel? Yo no conozco a ese tal Señor y no dejaré que Israel se vaya.


Tales personas afirman que conocen a Dios, pero lo niegan con su manera de vivir. Son detestables y desobedientes, no sirven para hacer nada bueno.


Este salmo no hace referencia a David, pues, después de haber hecho la voluntad de Dios en su propia generación, David murió, fue enterrado con sus antepasados y su cuerpo se descompuso.


Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos ni habrá necesidad de enseñar a sus parientes diciendo: “Deberías conocer al Señor”. Pues todos ya me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande —dice el Señor—. Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados».


Proveen vino y música hermosa para sus grandes fiestas —lira y arpa, pandereta y flauta— pero nunca piensan en el Señor ni se dan cuenta de lo que él hace.


»Y tú, Salomón, hijo mío, aprende a conocer íntimamente al Dios de tus antepasados. Adóralo y sírvelo de todo corazón y con una mente dispuesta. Pues el Señor ve cada corazón y conoce todo plan y pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si te apartas de él, te rechazará para siempre.


Pues cuando mueras y seas enterrado con tus antepasados, levantaré a uno de tus hijos de tu propia descendencia y fortaleceré su reino.


en llamas de fuego, y traerá juicio sobre los que no conocen a Dios y sobre los que se niegan a obedecer la Buena Noticia de nuestro Señor Jesús.


Hizo justicia al pobre y al necesitado y los ayudó, y le fue bien en todo. ¿No es eso lo que significa conocerme? —dice el Señor—.


«Mi pueblo encorva sus lenguas como arcos para lanzar mentiras. Se rehúsan a defender la verdad; solo van de mal en peor. Ellos no me conocen», dice el Señor.


Sin embargo, le dicen a Dios: “Vete, no queremos nada de ti ni de tus caminos.


El Señor le dijo a Moisés: «Estás por morir y vas a reunirte con tus antepasados. Cuando ya no estés aquí, los israelitas comenzarán a rendir culto a dioses ajenos, los dioses de la tierra a la cual se dirigen. Me abandonarán y romperán el pacto que hice con ellos.


Después de verla, al igual que tu hermano Aarón, morirás;


Cuando Jacob terminó de dar este encargo a sus hijos, metió los pies en la cama, dio su último suspiro y se reunió con sus antepasados al morir.


y murió en buena vejez, luego de una vida larga y satisfactoria. Dio su último suspiro y se reunió con sus antepasados al morir.


(En cuanto a ti, morirás en paz y serás enterrado en buena vejez).


Ismael vivió ciento treinta y siete años. Después dio su último suspiro y se reunió con sus antepasados al morir.


Con el tiempo, José y sus hermanos murieron y toda esa generación llegó a su fin.


Tiempo después, subió al poder de Egipto un nuevo rey que no conocía nada de José ni de sus hechos.


El pueblo de Israel sirvió al Señor durante toda la vida de Josué y de los ancianos que murieron después de él, los cuales habían vivido en persona todo lo que el Señor había hecho por Israel.


Desearía poder marcharme y olvidarme de mi pueblo y vivir en una choza para viajeros en el desierto. Pues todos ellos son adúlteros, una banda de mentirosos traicioneros.


Todos se engañan y se estafan entre sí; ninguno dice la verdad. Con la lengua, entrenada a fuerza de práctica, dicen mentiras; pecan hasta el cansancio.


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