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Jueces 18:19 - Biblia Nueva Traducción Viviente

19 —Cállate y ven con nosotros —le dijeron—. Sé un padre y sacerdote para todos nosotros. ¿Acaso no es mejor ser el sacerdote de toda una tribu y un clan de Israel, que de la casa de un solo hombre?

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Biblia Reina Valera 1960

19 Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y vente con nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú sacerdote en casa de un solo hombre, que de una tribu y familia de Israel?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Le respondieron: '¡Cállate! Ponte la mano en tu boca y ven con nosotros: serás para nosotros un padre y un sacerdote. ¿Qué es mejor para ti, ser el sacerdote de un solo hombre en su casa, o ser el sacerdote de toda una tribu, de todo un clan de Israel?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y ven con nosotros, y sé para nosotros padre y sacerdote. ¿Acaso es mejor para ti ser sacerdote para la casa de un solo hombre, que para una tribu y una familia de Israel?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Ellos le respondieron: 'Cállate, ponte la mano en la boca; ven con nosotros y serás nuestro padre y sacerdote. ¿Qué prefieres, ser sacerdote de la casa de un hombre solo, o ser sacerdote de una tribu y de una familia de Israel?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y vente con nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú sacerdote en casa de un solo hombre, que de una tribu y familia de Israel?

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Jueces 18:19
12 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los príncipes guardaban silencio y se cubrían la boca con las manos.


Mírenme y quédense atónitos; tápense la boca con la mano, totalmente sorprendidos.


—Quédate aquí, conmigo —le dijo Micaía—, y podrás ser un padre y sacerdote para mí. Te daré diez piezas de plata al año, además de una muda de ropa y comida.


Todas las naciones del mundo quedarán maravilladas de lo que el Señor hará por ti. Estarán avergonzadas de su escaso poder. Se cubrirán la boca, mudas de respeto y temor, sordas a todo lo que las rodea.


Si como un necio has sido orgulloso o has tramado el mal, tapa tu boca de vergüenza.


Además, aquí en la tierra, no se dirijan a nadie llamándolo “Padre”, porque solo Dios, que está en el cielo, es su Padre.


Cuando Eliseo cayó enfermo de muerte, el rey Yoás de Israel fue a visitarlo y lloró sobre él diciendo: —¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Veo los carros de Israel con sus conductores!


Cuando el rey de Israel los vio, gritó a Eliseo: —¿Los mato, padre mío, los mato?


Cuando el sacerdote vio que los hombres se llevaban todos los objetos sagrados del santuario de Micaía, les dijo: —¿Qué hacen?


Entonces el joven sacerdote estuvo más que dispuesto a ir con ellos, y se llevó consigo el efod sagrado, los ídolos de familia y la imagen tallada.


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