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Jueces 11:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Pero Jefté les respondió: —¿Acaso no son ustedes los mismos que me odiaban y me echaron de la casa de mi padre? ¿Por qué vienen a buscarme ahora que están en apuros?

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Biblia Reina Valera 1960

7 Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Pero Jefté respondió a los ancianos de Galaad: '¿No fueron ustedes los que me despreciaron y me echaron de la casa de mi padre? ¡Y vienen ahora a buscarme porque están en peligro!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Pero Jefté contestó a los ancianos de Galaad: ¿No sois vosotros los que me aborrecisteis y me expulsasteis de la casa de mi padre?° ¿Por qué pues venís ahora a mí cuando estáis en aprietos?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Pero Jefté respondió a los ancianos de Galaad: '¿No sois vosotros los que me odiabais, hasta arrojarme de la casa de mi padre? ¿Por qué venís a mí ahora que estáis en aprieto?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me habéis aborrecido vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción?

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Jueces 11:7
8 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

—¿Por qué han venido aquí? —preguntó Isaac—. Es evidente que ustedes me odian, ya que me echaron de su tierra.


Mira, a esos que pertenecen a la sinagoga de Satanás —esos mentirosos que dicen ser judíos y no lo son— los obligaré a que vengan y se postren a tus pies. Ellos reconocerán que es a ti a quien amo.


Los descendientes de los que te atormentaron vendrán a inclinarse ante ti. Los que te despreciaron te besarán los pies. Te llamarán la Ciudad del Señor, y Sion del Santo de Israel.


Un amigo es siempre leal, y un hermano nace para ayudar en tiempo de necesidad.


En lugar de hacerle daño, vendámoslo a esos mercaderes ismaelitas. Después de todo, es nuestro hermano, ¡de nuestra misma sangre!». Así que sus hermanos estuvieron de acuerdo.


y le dijeron: —¡Ven y sé nuestro comandante! ¡Ayúdanos a pelear contra los amonitas!


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