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Jueces 11:35 - Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Cuando la vio, se rasgó la ropa en señal de angustia. —¡Hija mía! —clamó—. ¡Me has destruido por completo! ¡Me has traído una gran calamidad! Pues hice un voto al Señor y no puedo dejar de cumplirlo.

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Biblia Reina Valera 1960

35 Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Cuando la vio, rasgó su ropa y dijo: '¡Ay, hija mía, me has destrozado! ¡Tú llegas para traerme la desgracia! Pues hice una promesa a Yavé, y ahora no puedo echarme atrás'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 Y aconteció que, al verla, él se rasgó los vestidos y dijo: ¡Ay de mí, hija mía! Me has abatido por completo y tú eres causa de mi perturbación, porque yo he abierto mi boca° a YHVH y no podré retractarme.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 Al verla, rasgó él sus vestiduras y exclamó: '¡Ay, hija mía! ¡Tú misma me hundes! ¡Tú me has destrozado! Porque yo pronuncié un voto ante Yahveh y no puedo retractarme'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

35 Y aconteció que cuando él la vio, rasgó sus ropas, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen; porque he abierto mi boca a Jehová, y no podré retractarme.

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Jueces 11:35
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los que desprecian a los pecadores descarados, y honran a quienes siguen fielmente al Señor y mantienen su palabra aunque salgan perjudicados.


Job se levantó y rasgó su vestido en señal de dolor; después se rasuró la cabeza y se postró en el suelo para adorar


Entonces el rey se sintió abrumado por la emoción. Subió a la habitación que estaba sobre la entrada y se echó a llorar. Y mientras subía, clamaba: «¡Oh, mi hijo Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Si tan solo yo hubiera muerto en tu lugar! ¡Oh Absalón, mi hijo, mi hijo!».


Fueron a los sacerdotes principales y a los ancianos y les dijeron: «Nos hemos comprometido mediante un juramento a no comer nada hasta que hayamos matado a Pablo.


Entonces David les dijo a Joab y a todos los que estaban con él: «Rásguense la ropa, pónganse tela áspera y hagan duelo por Abner». El rey David en persona caminó detrás del cortejo fúnebre hasta la tumba.


Dos de los hombres que exploraron la tierra, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, se rasgaron la ropa


Entonces Josué y los ancianos de Israel rasgaron sus ropas en señal de aflicción, se echaron polvo sobre la cabeza y se inclinaron rostro en tierra ante el arca del Señor hasta que cayó la tarde.


Ahora vengo a tu templo con ofrendas quemadas para cumplir los votos que te hice,


sí, los votos sagrados que hice cuando me encontraba en graves dificultades.


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