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Juan 8:49 - Biblia Nueva Traducción Viviente

49 —No —dijo Jesús—, no tengo ningún demonio. Pues yo honro a mi Padre; en cambio, ustedes me deshonran a mí.

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Biblia Reina Valera 1960

49 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

49 Jesús les dijo: 'Yo no tengo un demonio, pero ustedes me deshonran a mí porque honro a mi Padre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

49 Jesús respondió: Yo no tengo demonio, sino que honro a mi Padre y vosotros me° deshonráis.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

49 Contestó Jesús: 'Yo no estoy endemoniado, sino que honro a mi Padre, mientras que vosotros me quitáis todo honor.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

49 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.

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Juan 8:49
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia.


Yo te di la gloria aquí en la tierra, al terminar la obra que me encargaste.


Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre.


Cuando Jesús oyó la noticia, dijo: «La enfermedad de Lázaro no acabará en muerte. Al contrario, sucedió para la gloria de Dios, a fin de que el Hijo de Dios reciba gloria como resultado».


Y el que me envió está conmigo, no me ha abandonado. Pues siempre hago lo que a él le agrada».


Él me dijo: «Israel, tú eres mi siervo y me traerás gloria».


Debido a que el Señor es justo, él ha exaltado su ley gloriosa;


Padre, glorifica tu nombre». Entonces habló una voz del cielo: «Ya he glorificado mi nombre y lo haré otra vez».


—¡Estás endemoniado! —respondió la multitud—. ¿Quién trata de matarte?


Los apóstoles salieron del Concilio Supremo con alegría, porque Dios los había considerado dignos de sufrir deshonra por el nombre de Jesús.


¿No es obvio que es vergonzoso que un hombre tenga el cabello largo?


Nuestros cuerpos son enterrados en deshonra, pero serán resucitados en gloria. Son enterrados en debilidad, pero serán resucitados en fuerza.


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